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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Charly Barny:
10
Drama. Comedia Marcello Rubini es un desencantado periodista romano, en busca de celebridades, que se mueve con insatisfacción por las fiestas nocturnas que celebra la burguesía de la época. Merodea por distintos lugares de Roma, siempre rodeado de todo tipo de personajes, especialmente de la élite de la sociedad italiana. En una de sus salidas se entera de que Sylvia, una célebre diva del mundo del cine, llega a Roma, cree que ésta es una gran ... [+]
20 de diciembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Marcello Rubini, romano y periodista, lucha por encontrar su lugar en el mundo. Dividido entre la mundanal y elitista sociedad romana y una vida de pareja sofocante, busca cómo convertirse en un escritor serio. Es un hombre inteligente, superficial, consumido por "la dulce vida" de la riqueza, la celebridad y la autocomplacencia, de la que informa y a su vez, anhela.

Marcello Mastroianni está perfecto como el periodista sensacionalista que sigue alegremente por Roma a una estrella de cine sueca (Anita Ekberg) mientras deambula por los bares de la ciudad emborrachándose. También tiene una aventura con una mujer madura (Anouk Aimee), mientras que su novia (Yvonne Furnaux) parece volverse loca. Su vida parece estar vacía, informa sobre cosas superficiales. Observa que la fama, la fortuna y las trampas del éxito no le interesan. Comienza a darse cuenta de que la estrella de cine es algo fugaz en su vida, los milagros no existen, y el horrible suicidio de su amigo (que parecía felizmente casado) le muestra la fragilidad de la vida.

El protagonista se encuentra en una encrucijada. Es incapaz de ser alguien o avanzar en alguna dirección. Carece de un objetivo. Está ensimismado y proyecta ideales y sueños sobre otras personas. Pero a medida que sigue proyectando a otros, se da cuenta que no conoce realmente a esas personas y ellas sólo constituyen un misterio o una decepción para él.

Fellini resume una era y una actitud, y hace una película sobre vidas vacías y sin sentido. Steiner es su mayor decepción. Es un hombre perdido en una vida de corrupción y decadencia. Parece tenerlo todo, pero está insatisfecho y perturbado. El personaje de Anita Ekberg es una rubia exuberante de buen carácter, pero no es la diosa que imagina. Su padre es un típico vendedor ambulante que quizás no sea la figura paterna que su hijo necesita. Magdalena hace honor a su nombre incluso cuando Marcello comienza a creerse enamorado de ella. Lo seduce una imagen que crea de ella en su propia mente. La única relación realista que mantiene es su novia, a la que trata mal y descuida. Ella lo ama, pero él sueña con otra cosa que no sabe bien qué o quién es.

Marcello no puede comunicarse con los demás porque no puede verlos como las personas que son. Él sólo ve proyecciones de sus propias necesidades, aspiraciones, deseos u objetivos. El film parece criticar la autocomplacencia que lleva al auto desprecio, entrando en una vorágine autodestructiva.

La historia que nos narra Fellini consta de ocho episodios, que transcurren durante una noche y terminan al amanecer. Cada personaje describe su propia crisis. Y lo único que los une en un todo coherente es el protagonista de la historia, un observador de la naturaleza humana, que solo frecuenta personas de la alta sociedad que parecen exteriormente felices y auto realizadas. Sin embargo, cuando más se las examina, descubrimos que esas personas están vacías, huecas, alienadas, y emocionalmente a la deriva.

La Dolce Vita es una película compleja con muchas capas de significado. Mantiene el interés pese a la antipatía de algunos de sus personajes. Cuando Marcello toma contacto con cada uno de ellos, descubre la realidad, y esa realidad no lo satisface. Parecen la encarnación perfecta de su propia visión personal. La actuación de Mastroianni es maravillosa y consagratoria.

En última instancia, la búsqueda infructuosa de Marcello parece un dilema de tipo existencial, una búsqueda que abandonará al final, mientras mira en la playa a una encantadora joven que parece poseer el conocimiento y la comprensión que se le niega. El film nos deja, además, imágenes que se han vuelto icónicas: Marcello besando a Ekberg en la Fontana di Trevi, la Vía Véneto abriéndose entre las venas de Roma como una decadente y barroca experiencia hacia la Villa Borghese, la estatua de Cristo volando sobre Roma, la ciudad eterna…
Charly Barny
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