Terminé de ver la serie que la verdad estuve esperando con muchas ansias. Me interesaba mucho la premisa: un asesino serial que secuestra a su terapeuta. Me intrigaba mucho saber cómo se daria ese vínculo entre sesiones y los diálogos profundos que podrían salir de esas charlas paciente- terapeuta (y hubieron diálogos muy interesantes). La premisa es muy buena y arranca muy bien, logra el cometido que es que quieras quedarte a verla porque además el ritmo de suspenso que maneja genera esa ansiedad. El gran problema para mi, es que no se sostiene ese ritmo y tampoco el argumento a lo largo de los capítulos. Nose en que momento sucedió, pero me desconecté de eso que me tenia atrapada e intrigada y no pude volver a retomar. Y no significa que no la haya terminado, pero de alguna manera muchas cosas se tornaron confusas, redudantes y poco verosímiles. Y si bien destaco la actuación de Steve Carrell, ningún personaje logró interpelarme o conmoverme realmente. Es una pena porque creo que es una historia con mucho potencial y esperaba mucho mas, pero no me mantuvo conectada ni interesada lo suficiente y de un thriller es lo mínimo que busco.