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Voto de Ghibliano:
10
Fantástico. Comedia Oliva, un viejo cuentacuentos, cuenta a los niños del profesor Robert la historia de un antiguo amor y su gata mágica que vestía gafas de sol. Al quitarse las gafas, la gata dejaba al descubierto la personalidad de las personas al verse reflejados en diferentes colores. Un día llega un carruaje al pueblo. En el viajan un mago, la bella Diana y la gata mágica. (FILMAFFINITY)
24 de julio de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El gato de Cassandra" es la obra más aclamada del director checo Vojtech Jasný. Ganadora del Premio Especial del Jurado de Cannes (ex aequo con la grandísima "Harakiri", casi nada), la película nos traslada a una historia sobre un gato capaz de ver y reflejar la verdadera naturaleza de las personas, que causa una gran conmoción a su llegada a un pequeño pueblo. Mezclando elementos del costumbrismo rural y la fantasía fabulística, la cinta es un extraño cuento que, desde su perspectiva aparentemente inocente, ofrece un verdadero catálogo de elementos a analizar sobre el comportamiento humano y el funcionamiento de las convenciones sociales.

Su desarrollo puede dividirse en dos partes claramente diferenciadas. La primera de ellas es una introducción al escenario que más tarde se convertirá en la fuente de conflicto, en la que se nos presenta a un director de colegio déspota y autoerigido como referente moral, que desaprueba los métodos del profesor Robert para estimular la imaginación de los niños. En una de sus clases, Robert invita al viejo cuentacuentos Oliva, quien narra su encuentro con el gato mágico capaz de mostrar la verdadera personalidad de aquellos a quienes ve. La segunda mitad de la película está marcada por la llegada de éste al pueblo, junto con un mago misterioso y la enigmática trapecista Diana, que trastoca a sus habitantes cuando, en medio de un impresionante espectáculo de ilusionismo, su poder mágico es desvelado, generando conflictos en el pueblo al mostrar las mentiras y la hipocresía que esconden. Mientras tanto Robert, enamorado de Diana, le ayuda a intentar recuperar al gato, perdido tras el espectáculo.

Sin duda, los aciertos clave de "El gato de Cassandra" se encuentran a nivel visual, con una deslumbrante puesta en escena en la que destaca por su intensidad la representación estética de los poderes del gato mágico, mediante un código de colores que revelan la naturaleza de los habitantes del pueblo. Una premisa que Jasný aprovecha para crear una atmósfera fantástica y psicodélica impresionante, en la que la mezcla cromática adquiere una capacidad de fascinación primaria que se convierte en el elemento más memorable de la película; y en las escenas en las que ésta se hace patente, la cámara parece juguetear, bailando a través de la combinación de colores al tiempo que da enfoque al caos de reacciones que desencadena esta situación. Con todo, no es lo único que merece la pena de una obra rica en significados e implicaciones. Sin dejar de ser un cuento infantil, el filme conserva su atractivo para un público adulto a través de su retrato satírico de las relaciones sociales y de cómo la mentira y la hipocresía forman parte de sus cimientos, tanto como el amor. En una divertida secuencia, los niños del pueblo se dedican a desfilar a través de éste, gato en brazos, mientras muchos adultos huyen, se esconden o saludan cómplices dependiendo del color asignado.

Evitando excesos dramáticos, la cinta está de hecho repleta de una comedia caricaturesca que resta gravedad a las situaciones, manteniendo por tanto un tono simpático y ligero, aunque no necesariamente optimista, y que puede resultar algo chocante por momentos; pero al mismo tiempo da a la narración una apariencia de farsa que transmite perfectamente la sensación de estar viviendo una atmósfera de cuento que, como nos indica Oliva, podría ser real o podría ser un escenario imaginado que nunca ocurrió, una ambigüedad que no hace más que añadir a la magia de la fábula. Al final, lo que queda de una película tan extraña y de cimientos tan extravagantes es una hermosa experiencia que resulta al mismo tiempo misteriosa y familiar, capaz de conectar con el espectador adulto mediante un lenguaje y pautas reservados al público infantil. Una encantadora historia que transmite a la perfección, y sin perder su propia identidad, la fascinación de los cuentos y fábulas de la infancia.

Texto escrito para www.cinemaldito.com
Ghibliano
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