Evidentemente, no puedo esperar nada de un cortometraje puntuado con un 2,2 en FilmAffinity. Sé que tengo mis rarezas pero hasta para esto hay un límite. Pero al menos pensaba que podría encontrarle alguna cualidad, una razón de ser, qué sé yo.

Nada. Cero. Un vacío rotundo.

Este corto da miedo, pero de lo malo que es. No sólo por estar tan mal hecho y tener un montaje y sonido indignos de alguien con el renombre de Álex de la Iglesia, es que no hace nada, nada de gracia. Yo creo que a los dos amigotes les debió parecer tan graciosa y ocurrente la idea que ya pasaron de todo lo demás. Es decir, como ya tenemos una premisa no nos hace falta el guión, improvisamos y punto pelota. Lo malo es que cuando fueron a intentar improvisar se encontraron con que no podían ir más allá del "Hitler está vivo". Cualquier ser humano con dos dedos de frente habría abandonado el proyecto, pero ellos no. Y aquí está el resultado.

Hitler está vivo, jeje. Hitler con acento andaluz, jejeje. No faltan menciones a lo exagerados que son los datos sobre el Holocausto, jejejeje.

Patético.