Millennium Actress es una obra única, cargada de sensibilidad, que nos lleva a un recorrido por la vida y obra de una ex-actriz como parte de una entrevista, unos recuerdos marcados por dos elementos: una llave y un misterioso desconocido a cuya búsqueda dedicará gran parte de su vida.

Así y todo, he de confesar que me ha costado adentrarme en esta película más que en otras del autor. Los personajes, las escenas, los chistes, todo parecía demasiado "light", como de comedia tonta. Sin embargo, a medida que avanzaba el metraje, se iba desprendiendo la carcasa para terminar desarrollando una emotiva e inspiradora historia sobre el amor y el sentido de la vida para Chiyoko. Y me he acabado sintiendo culpable por haber dudado de la narración de Satoshi. Es sencillamente perfecta, no da un paso en falso. Construye poco a poco una fábula inolvidable en la que hasta el más banal y aparentemente estúpido de los elementos tiene su razón de ser.

Y un final apoteósico, perfecto, que duele como una patada en el estómago pero al mismo tiempo es una experiencia catártica, una culminación de la tortuosa búsqueda que comenzó sesenta años atrás. Las lágrimas más sinceras que recuerdo en mucho tiempo las he derramado con ese último diálogo en el hospital.

"Dedicó toda su vida a perseguir una sombra"

Que alguien me diga si eso no es poesía.