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España España · K-PAX
Voto de PROT:
10
Drama Ethel y Norman Thayer son un anciano matrimonio que pasa sus vacaciones en un paradisíaco lugar, "el Estanque Dorado", entre los bosques y al lado de un lago. Norman, un hombre muy activo, soporta muy mal las limitaciones de la vejez y la cercanía de la muerte. Inesperadamente, llega de visita Chelsea, la hija de los Thayer, que siempre ha mantenido unas relaciones muy tensas con su padre. (FILMAFFINITY)
20 de agosto de 2008
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi hermano me dice siempre que EN EL ESTANQUE DORADO le recuerda nuestros veranos en un pueblo de Córdoba de cuyo nombre no voy a acordarme. Allí, en un chalet en medio de ninguna parte en el que unos tíos de mi madre vivían en uso de buen retiro, mi hermano y yo pasamos dos o tres de los mejores veranos de nuestra infancia.
EN EL ESTANQUE DORADO es un canto a la vida y un apremio para perezosos. Los Thayer, una encantadora pareja de ancianos enamorados doblando la última esquina, nos avisan que no hay un minuto que perder, que no hay nada que no tenga su sentido. EN EL ESTANQUE DORADO te anima a coger el teléfono para hablar con aquel compañero al que echas de menos desde los tiempos del colegio o a hacer las paces con tu hermana, que es alguien que estará a tu lado hasta que a ti mismo no te queden esquinas por doblar.
Henry Fonda y Katharine Hepburn brindan al espectador unas interpretaciones de las que ya no quedan, Jane Fonda acomete con solvencia el papel de la hija díscola, Dabney Coleman le mantiene la cara al viejo Fonda en sus diez minutos de gloria mayor, la partitura de Dave Grusin es por completo milagrosa y los colimbos del estanque no cesan en su empeño de hacerte reparar a ti, amigo, que aún estás vivo; en su empeño de hacerte reparar en que aún estás aquí y que te quedan cosas por hacer.
Supongo que todos guardamos el recuerdo de un lugar en donde fuimos absolutamente felices. Posiblemente, como a mi hermano, ver EN EL ESTANQUE DORADO te haga regresar a aquel pueblo de tus tíos más queridos o a aquella casa que tenían tus padres cerca de la playa en la que te hiciste un hombre o te convertiste en una preciosa mujer.
A un tiempo en el que al mirar al cielo no se veía más que el más apacible y engalanado de todos los colores.
PROT
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