Se nota que hay amor por el cine en Have a nice day. Las referencias aparecen a través de claras influencias como Quentin Tarantino, por ejemplo, hasta pósters de películas que adornan cuartos o negocios, o incluso la mención de algunas de ellas, como algún personaje que se siente, o quiere sentirse, un poco como uno de esos gángsters del cine. La película de Lin Jian parece ser un claro homenaje a aquellas películas.

La historia es simple y enredada al mismo tiempo, absurda y coral. Todo empieza con un robo. Un robo de un bolso lleno de dinero que un muchacho se apropia porque necesita pagarle a su novia una cirugía de cambio de sexo. Pero le roba a la persona equivocada: a un importante mafioso. Todo esto va a ir derivando en diferentes encuentros y desencuentros en medio de una ciudad hostil. Nada puede terminar bien de todo eso, pero eso es lo único predecible de estas historias.

Los dibujos son claros pero bastante estáticos, de líneas simples. Y la animación se permite en algún momento jugar con imágenes en movimiento reales, o las imágenes del fondo parecen tener una textura distinta al resto de la animación, o el hecho de que de la incontable cantidad de cigarrillos que fumen se desprenda una delgada línea de humo, por momentos se apela a ese collage audiovisual. La estética es colorida y no se escatima a la hora de derramar sangre.

Con muchas referencias pop (Donald Trump, Steve Jobs, Mark Zuckerberg tienen sus menciones) y una crítica hacia al capitalismo Have a nice day es una curiosa película animada que, lamentablemente, termina perdiéndose un poco entre tanta trama y tanto personaje.

Publicada en visiondelcine.com