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Argentina Argentina · buenos aires
Voto de enjoyjessica:
7
Drama Libre adaptación del Ulises de J. Joyce con Buenos Aires como telón de fondo. Crónica de un día en la vida de una pareja que lleva más de veinte años de matrimonio. Es una especie de ensayo sobre el amor en la madurez, sobre los contradictorios e imperfectos lazos que pueden mantener unidas a dos personas. Molly (Cecilia Roth) y Esteban (Darío Grandinetti) tratan de averiguar cuáles son esos lazos. (FILMAFFINITY)
21 de marzo de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy no es un buen día. No es un buen día para Esteban, quien se despierta al lado de su mujer, pero solo, hombre que se encuentra bloqueado con un laburo que debe entregar, que además cree que debería separarse pero no se anima a dar el paso... Va al psicólogo pero no habla sino que le sirve para continuar su monólogo interior, se emborracha y transita por la calle medio a la deriva.

Tampoco es un buen día para Molly, quien se encuentra deprimida, no quiere salir de la cama y ni hablar de salir de su casa pues sufre de ataques de pánico, es hipocondríaca e intenta tener un affaire al que no se permite acceder. Están casados hace 20 años y tienen una hija afuera a la que extrañan. Probablemente alguna vez fueron la fuente de inspiración del otro. Hoy apenas pueden verse, hablarse, soportarse.

La película, basada muy libremente en el Ulises de James Joyce (que también se sucede en un día), tiene una estructura interesante, poco clásica, ya que, hasta poco antes del final, está dividida en dos: en el mismo día, pero con la perspectiva de cada uno, primero la de Esteban, interpretado siempre correctamente por Dario Grandinetti, y luego la de Molly, Cecilia Roth.

Estos dos personajes que están juntos pero solos, pasan su día separados y podrían encontrarse más de lo que se encuentran, en esa Buenos Aires fría, porque no se ven, no se prestan atención, pues pasan por los mismos sitios, les llama la atención la misma obra (de Joyce, claro), el mismo músico callejero con el cual hacen algo de catarsis y se reencuentran al final, por un nacimiento. "Hola, nos estamos viendo seguido. Ojalá no nos cansemos". El director Carlos M. Jaureguialzo nos acerca a la intimidad de estos dos personajes que se han vuelto casi extraños para el otro, por eso tanto plano cerrado.

La música, en gran parte clásica, ayuda a generar esta hermosa melancolía en la que se ven sumidos. También hay imágenes bellas, como aquella que parece salida de la publicidad que Esteban no puede crear. Algunas escenas pueden ser previsibles (que me pongas a un personaje con ataque de pánico en un ascensor) pero aún de ellas sale bien parado.Roth y Grandinetti son quienes llevan toda la película a cuestas, y algunos personajes secundarios le agregan un poco de color.

"Cada vez más tú y cada vez más yo sin rastro de nosotros" dice Sabina en boca del músico que toca en el subte.

Escrita por Marcela Silva y Nasute, el film termina con una frase de Simone de Beauvoir. Y es que la influencia de la literatura se percibe bastante, en ciertas imágenes (hay mucho detalle, un cigarrillo apagado en un vaso, una canilla que gotea, una mancha en la alfombra) y en esos monólogos internos.

Resumiendo, es una linda película, con personajes que se sienten muy cercanos, con los cuales no va a costar sentirse identificado, sin necesidad de estar pasando precisamente por la misma situación, y ése es un gran logro. Si a eso le sumamos la fotografía , la bella música y las actuaciones de dos de los mejores actores que tenemos hoy en día, el resultado es un film muy recomendable.

http://elespectadoravezado.com.ar/index.php/criticas/2-hemos-visto/777-matrimonio
enjoyjessica
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