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España España · Pamplona
Voto de Edgar:
8
Intriga. Drama Martin Vail (Richard Gere), un ambicioso abogado de Chicago, es capaz de aceptar cualquier caso con tal de salir en la prensa. Un día decide ocuparse de uno que parece imposible de ganar: la defensa de Aaron (Edward Norton), un joven que es acusado del asesinato del arzobispo de Chicago, tras ser detenido mientras huía del escenario del crimen. (FILMAFFINITY)
26 de enero de 2009
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gregory Hoblit debutó en el mundo del cine con "Las dos caras de la verdad", un sobrecogedor thriller judicial en el que un abogado de prestigio decide hacerse con un complicado caso de asesinato, con el único objetivo de aumentar su ya de por sí alta notoriedad en la ciudad de Chicago.

El guión es muy completo ya que el proceso judicial sólo es el hilo conductor de una trama que va descubriendo, poco a poco, todo un largo camino de corrupción que termina complicando a elementos de las más altas esferas, lo que da de sí para ofrecer ciertos giros en la historia, convirtiéndola en una película con un ritmo narrativo bastante ágil.

Pero hablar de "Las dos caras de la verdad" es hacerlo del debut de uno de los mejores actores de Hollywood, Edward Norton, que consiguió la nominación al Oscar en su estreno cinematográfico. Su interpretación es muy intensa, llena de matices en un personaje tan ecléctico como podría serlo Jekyll y Hide, de tal manera que nadie diría que se trata de un actor inexperto que comienza sus pasos en el difícil mundo del cine.

El reparto es muy completo: Richard Gere es el abogado que antes he mencionado, un ser vanidoso que cree estar por encima del bien y del mal, circunstancia ésta que es, aunque inicialmente no lo parezca, el verdadero argumento del film; su rival en la fiscalía será la estupenda Laura Linney, en una difícil interacción con Gere ya que de fondo existen ciertos problemas sentimentales; además tenemos a auténticos veteranos para completar el elenco como Steven Bauer, repitiendo su papel más característico de mafioso local, John Mahoney (el divertido padre de "Fraser") como implacable jefe de la fiscalía con mucho que ocultar o Frances McDormand, que interpreta a una psiquiatra que descubre una de las sorpresas más importantes del film.

Sumamos a lo ya dicho la imponente banda sonora de uno de los grandes de esto, James Newton Howard, lo adictivo del relato y el extraordinario remate final y obtenemos una de esas películas que permanecen en la retina del espectador, tanto por su calidad, como por el hecho de convertirse en un thriller de final impactante, hecho que funciona siempre muy bien en la gran pantalla.
Edgar
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