Tropiezo importante del guionista Jeff Nathanson en su primera película como director. El film, basado en hechos reales (aunque no lo parezca), parodia una acción del FBI consistente en atrapar a unos narcotraficantes utilizando el rodaje de una película como tapadera de la operación. No negaré que hay buenos momentos cómicos aprovechando la excentricidad de algunos personajes, pero la base del film es el thriller policial y ahí falla estrepitósamente al no saber mantener ni la intriga ni la tensión, ya que éstas pasan a un último plano en favor de la comedia. Como tampoco es una historia que consiga hacer que el espectador se desternille de risa, sino que sólo consigue arrancar alguna que otra sonrisa de vez en cuando, el film fracasa de forma importante. Nathanson ha desperdiciado un buen grupo de actores en su primera película y, teniendo en cuenta que Hollywood no perdona, veremos cuando dirige su próximo proyecto.