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España España · Pamplona
Voto de Edgar:
9
Drama Basada en una historia real. Después de haberse retirado del boxeo, James J. Braddock decidió volver al cuadrilátero, en la época de la Gran Depresión, para poder alimentar a su familia. No era un boxeador con talento, pero su coraje, sacrificio y dignidad lo llevaron hasta la cumbre. (FILMAFFINITY)
16 de septiembre de 2005
62 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se han hecho muchas y muy buenas películas sobre la grave depresión norteamericana de los años 30 y sobre el mundo del boxeo. Los dos últimos grandes exponentes son la magnífica "Seabiscuit" y la obra maestra "Million dollar baby" por lo que llevar a cabo un proyecto que englobase ambos géneros suponía todo un reto. Por fortuna ha sido el gran Ron Howard el encargado de dirigir esta producción, probablemente su mejor trabajo, logrando una historia que a la vez emociona, entristece, genera tensión y divierte mediante un sobrio guión que mantiene firme el pulso narrativo, consiguiendo que el film no decaiga en ningún momento del metraje. Russell Crowe realiza, quizá, su mejor actuación hasta la fecha, con una interpretación extraordinaria con la que se mete al público en el bolsillo, de forma que el espectador sufre sus penas y celebra sus alegrías como si fueran propias. Lo mismo sucede en la película, con un pueblo desesperado por el hambre y la falta de trabajo, que necesita un héroe para poder olvidar su miseria aunque sea durante un breve instante. Por otra parte, el mundo del boxeo está fielmente retratado, cruel y despiadado, donde la memoria alcanza únicamente hasta el último combate celebrado, ya que sólo importa el dinero. Howard enlaza ambos mundos en el decisivo combate final que debe poseer toda película de boxeo que se precie. Éste resulta espectacular, primero por la perfecta filmación del mismo, secuencia por secuencia y segundo porque evita un error muy común en este tipo de films: el protagonista recibiendo golpes durante toda la pelea y al final, milagrosamente, cobra fuerza y acaba victorioso. Aquí la lucha es sin cuartel y está reñida de principio a fin, por lo que para saber quién gana tendréis que ver la película. Sólo dos lunares a esta maravilla: Renée Zellweger, con una mediocre actuación que nunca resulta creíble y el hecho de que Russell Crowe no reservase las palizas en exclusiva para el cine, ya que su pequeño "affaire" con un recepcionista de hotel va a malograr un Oscar que de otro modo hubiese sido incontestable. Aún así, "Cinderella man" tiene todas las papeletas para convertirse en la película del año.
Edgar
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