El segundo trabajo cinematográfico en común de David Caruso y Linda Fiorentino (después de la horrible 'Jade', que data de tres años atrás) no parece ir mal porque es ameno y te ríes en varias ocasiones. Narra el proceso de evasión de cuatro chorizos hacia una meta incierta tras efectuar un atraco. Por el camino mucha violencia verbal, los habituales conflictos de intereses destinados a florecer entre individuos de semejante condición, no parece gran cosa, lo sé, pero no está mal. El problema, contra toda expectativa, viene con la entrada del personaje de Linda en escena. El guión empieza a tener giros chuscos, carentes del más mínimo sentido hasta llegar a los límites que rayan el surrealismo, a los personajes se les acaba el fuelle y empiezan a perder la presencia que hasta entonces conservaban. Entonces ya te igual lo que suceda porque cada desvarío es peor que el anterior. La recurrencia a los flash-backs (recurso que se antoja cutre debido a la realización) y la pérdida de calidad del guión evidencian la auténtica naturaleza de la cinta, una más destinada a la televisión por cable que a lucir cartel en la gran pantalla, desde luego vehículo inapropiado para la desafortunada carrera artística de Linda, de hecho si uno se fija verá que no pinta gran cosa en esta película, su sola intervención es muy superior al personaje que justifica la misma.