En las cine, muchas veces no es lo que cuentas sino cómo lo haces, cómo lo ambientas y muy importante la actitud de los protagonistas, que no sean para nada unos personajes sosos, sino al contrario, que ofrezcan juego y sean carismáticos y con un marcado sello personal ya sea por su forma de hablar, comportarse o por sus 'rituales' o 'tics' que vendría ser englobado en alguna de esas características. Por eso hay muchas películas que tendrán una parida de guión pero que resulten terriblemente entretenidas, mientras que otras, las denominadas buenas, algunas te parezcan un muermo. Y aquí es dónde triunfa 'Nacer Para Morir', la cual me ha llegado a entusiasmar en numerosos visionados, lo cual no es moco de pavo.

El argumento, en resumidas cuentas, es el siguiente. Tras un excelente ejercicio de coordinación del equipo de asalto de Tony Fait, presenciar cuyos lances y diálogos se hace de lo más ameno y agradable, un problema en forma de un elegante y profesional Su, una espinoso y retorcido nogal se le pone en medio de su camino y le impedirá disfrutar de su botín. La trama se enreversa un poco, lo que dará lugar al lucimiento de varios secundarios de lujo, que poseen tanto una excelente faceta cómica como interpretativa. Mientras tanto, Jet Li hace gala de todo su estiloso talento como para llevar el peso de una cinta de acción de elevada factura, siendo capaz de llenar la pantalla sin mayores complicaciones, así como para el combate, desplegando todo su potencial en numerosas sobrecogedoras acrobacias que van tanto de bajar de un noveno al suelo (de nueve saltos a cada terraza abajo), o de tumbar a sus oponentes en una timba ilegal, haciendo ganar al gracioso Archie (gran interpretación del secundario cómico) un suculento fajo de billetes. El espectáculo está asegurado. Simple pero efectivo.

Por supuesto que tampoco faltan las vistosas escenas de acción que fascinan a los espectadores, dotadas de violencia, haciendoles cómplices de esos duelos armados, obligándoles a tomar partido y hacer que vibren en el sillón con cada impacto, puñetazo o sucesión de imágenes cargadas de adrenalina. Cine de acción en estado puro.