A la hora de establecer su naturaleza la determinaría como un indigesto cruce entre 'Nadie conoce a nadie' y 'Más de mil cámaras velan por tu seguridad', con visos de 'Oculto'. El argumento en sí a lo mejor no tendrá que ver exactamente, pero el aroma de esa cutrez patria añeja tan característica del psicothriller surrealista, críptico y pseudometafísico que encuentra en este metraje un digno exponente, me evoca irremediablemente a esas reminiscencias.