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Voto de El Extranjero :
8
6,4
16.530
Drama
Álvaro (Javier Gutiérrez) se separa de su mujer, Amanda (María León), una exultante escritora de best‐sellers, y decide afrontar su sueño: escribir una gran novela. Pero es incapaz; no tiene talento ni imaginación... Guiado por su profesor de escritura (Antonio de la Torre), indaga en los pilares de la novela, hasta que un día descubre que la ficción se escribe con la realidad. Álvaro comienza a manipular a sus vecinos y amistades para ... [+]
7 de noviembre de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No considero que haya spoilers explícitos, pero aún así recomiendo la lectura de esta crítica solo a aquellas personas que ya hayan disfrutado de la película, puesto que al exponer mi opinión recurro al comentario de detalles específicos del argumento.
Lo que menos me ha gustado son algunos oportunos detalles y casualidades que parece que toda película precisa para poder arrancar. Porque a diferencia de otros casos, en 'El autor' es en el planteamiento cuando menos verosímil se muestra (sobre todo, aquello lo que tiene que ver con el personaje de María León y su faceta de escritora aclamada y multipremiada y las tácticas del profesor de la Torre de enseñar a escribir, da la impresión de que le está diciendo literalmente a Gutiérrez que salga a la calle y redacte cual corresponsal lo que ve, cosa que el otro se toma al pie de la letra).
Pero por lo demás me ha gustado, me parece compleja, incorpora muchos detalles casi inadvertidos que admiten bastantes interpretaciones, por ejemplo, cuando Gutiérrez está comiendo en su casa con los mexicanos, para referirse a una chica extranjera, dice textualmente "alguien como vosotros, extranjera [ratifica]". Eso me ha hecho preguntarme si el personaje era consciente de que eso es propio de una persona racista (justo el racismo ajeno era lo que estaba criticando), si se encontraba tan metido en su papel de falso adulador, observador y manipulador que se le ha escapado, si ha dicho lo que en realidad piensa, o si el director considera que esa manera de referirse a una persona extranjera no es ofensiva y en realidad no pretendía nada. Bien, pues detalles así hay a tutiplén lo cual enriquece mucho la obra (otro lo protagoniza mi admirado de la Torre, que hay que ver lo poco que se corta a la hora de devorar platos de restaurante, guardándose la refinada postura para otro momento, ha habido un momento en el que me daba la impresión de que su empeño en que Gutiérrez escribiera tan solo le suponía una divertida distracción para ver hasta dónde podría llegar el pringado ese, porque a lo mejor estaría al tanto de que este transcribe a su novela lo que observa en su entorno, postura que se refuerza teniendo en cuenta de que de la Torre y María León, la ex-esposa de Gutiérrez se habían hecho amigos y esta podría haber contado al profesor la manera tan 'sutil' de la que la había dejado su marido [¡uno de los momentos de la película!], episodio al que este recurrió para transcribirlo en una supuesta obra literaria y que luego le leería al profesor).
Lo que menos me ha gustado son algunos oportunos detalles y casualidades que parece que toda película precisa para poder arrancar. Porque a diferencia de otros casos, en 'El autor' es en el planteamiento cuando menos verosímil se muestra (sobre todo, aquello lo que tiene que ver con el personaje de María León y su faceta de escritora aclamada y multipremiada y las tácticas del profesor de la Torre de enseñar a escribir, da la impresión de que le está diciendo literalmente a Gutiérrez que salga a la calle y redacte cual corresponsal lo que ve, cosa que el otro se toma al pie de la letra).
Pero por lo demás me ha gustado, me parece compleja, incorpora muchos detalles casi inadvertidos que admiten bastantes interpretaciones, por ejemplo, cuando Gutiérrez está comiendo en su casa con los mexicanos, para referirse a una chica extranjera, dice textualmente "alguien como vosotros, extranjera [ratifica]". Eso me ha hecho preguntarme si el personaje era consciente de que eso es propio de una persona racista (justo el racismo ajeno era lo que estaba criticando), si se encontraba tan metido en su papel de falso adulador, observador y manipulador que se le ha escapado, si ha dicho lo que en realidad piensa, o si el director considera que esa manera de referirse a una persona extranjera no es ofensiva y en realidad no pretendía nada. Bien, pues detalles así hay a tutiplén lo cual enriquece mucho la obra (otro lo protagoniza mi admirado de la Torre, que hay que ver lo poco que se corta a la hora de devorar platos de restaurante, guardándose la refinada postura para otro momento, ha habido un momento en el que me daba la impresión de que su empeño en que Gutiérrez escribiera tan solo le suponía una divertida distracción para ver hasta dónde podría llegar el pringado ese, porque a lo mejor estaría al tanto de que este transcribe a su novela lo que observa en su entorno, postura que se refuerza teniendo en cuenta de que de la Torre y María León, la ex-esposa de Gutiérrez se habían hecho amigos y esta podría haber contado al profesor la manera tan 'sutil' de la que la había dejado su marido [¡uno de los momentos de la película!], episodio al que este recurrió para transcribirlo en una supuesta obra literaria y que luego le leería al profesor).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El protagonista. En más de una ocasión los personajes le dicen que es una buena persona, lo que da sobre lo que reflexionar. En efecto, a veces así se muestra. ¿Motivo? ¿Los quiere/aprecia? No, por puro interés y autorrealización personal. Las relaciones sociales como tal no llenan a nuestro protagonista. De hecho se convierte en una persona despreciable, me ha recordado a algunos de los personajes de Jose Mota, que hablan todo el rato para no decir nada. Concretamente podríamos decir que es una especie de mezcla entre La Vieja del Visillo y un hombre que vela por el bien ajeno, logrando ganarse la confianza de los que les rodean, lo cual me lleva a preguntarme si eso es una virtud, porque lo consigue a base de manipulación pura y dura. Bien claro lo ilustra la última escena en la que lo vemos en la cárcel manipulando a los demás para poder seguir haciendo lo que más le gusta, escribir sobre su alrededor, ese es su único concepto, recurso y referencia a la hora de escribir algo bueno. Mientras escribo esto se me viene a la mente que esos realitys que tanto éxito tienen en televisión tienen un mecanismo de funcionamiento muy parecido, provocan a las personas a las que retienen en un lugar para que se tiren los trastos a la cabeza y eso a la gente le gusta. Queda sentenciado por tanto, que lo que hace Gutiérrez no es prosa de calidad.
La película. Un cruce de la maravillosa 'En la casa', por el proceso de la gestación de la literatura, que el protagonista también escribe sobre personas de su entorno, acto que es motivado por un profesor aunque aquí esto último resuene en menor medida, de 'El habitante incierto', por ser persona que espía compulsivamente a los demás sin ser visto, e incluso diría que pinceladas de 'El perfume', por el hecho de que el protagonista va arrancando a los demás lo que necesita y luego se va (aquí pasa con la portera, se acuesta con ella porque en aquel momento le interesaba como personaje de su novela y como fuente, la ilusiona porque esta cree que hay amor, pero luego ya esta deja de interesarle, mientras que en la película alemana lo que buscaba el personaje era la grasa extraída de las bellas mujeres que mataba para crear la fragancia perfecta, y luego ya una vez muertas y aprovechadas, dejaba los cadáveres y se iba).
El final. Perfecto. Más allá de la tremenda metáfora de que un cualquiera resultó tener más imaginación que yo (como el mismo Gutiérrez admite con la frase que inmortalizo en mi título) es un acto de justicia poética tremendo. En lo que el autor, que escribía en bolas, tan solo pensaba en sacársela al mundo entero con su creación, este ya le había sodomizado.
La obra. Ante todo, muy estimulante, sin ninguna duda. A uno no le entran ganas de escribir una crítica tan extensa después de ver cualquier película.
La película. Un cruce de la maravillosa 'En la casa', por el proceso de la gestación de la literatura, que el protagonista también escribe sobre personas de su entorno, acto que es motivado por un profesor aunque aquí esto último resuene en menor medida, de 'El habitante incierto', por ser persona que espía compulsivamente a los demás sin ser visto, e incluso diría que pinceladas de 'El perfume', por el hecho de que el protagonista va arrancando a los demás lo que necesita y luego se va (aquí pasa con la portera, se acuesta con ella porque en aquel momento le interesaba como personaje de su novela y como fuente, la ilusiona porque esta cree que hay amor, pero luego ya esta deja de interesarle, mientras que en la película alemana lo que buscaba el personaje era la grasa extraída de las bellas mujeres que mataba para crear la fragancia perfecta, y luego ya una vez muertas y aprovechadas, dejaba los cadáveres y se iba).
El final. Perfecto. Más allá de la tremenda metáfora de que un cualquiera resultó tener más imaginación que yo (como el mismo Gutiérrez admite con la frase que inmortalizo en mi título) es un acto de justicia poética tremendo. En lo que el autor, que escribía en bolas, tan solo pensaba en sacársela al mundo entero con su creación, este ya le había sodomizado.
La obra. Ante todo, muy estimulante, sin ninguna duda. A uno no le entran ganas de escribir una crítica tan extensa después de ver cualquier película.