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España España · Barcelona city
Voto de AleiX:
9
Thriller. Drama. Romance Corea, década de 1930, durante la colonización japonesa. La resuelta joven Sookee es contratada como criada de una rica mujer japonesa, Hideko, que vive recluida en una gran mansión bajo la influencia de su dominante tío. Pero Sookee está allí con un propósito secreto: ayudar a un estafador que se hace pasar por un conde japonés para seducir a Hideko y heredar después la fortuna de su tío. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2016
72 de 82 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, otra delicatessen de Park Chan-wook. Otra más… Libre y genial adaptación de la novela de Sarah Waters "Falsa identidad", salpicada con gotas literarias del Marqués de Sade, "La doncella" es una obra que se podría enmarcar como algo a caballo entre el thriller, el drama y el cine erótico pero que viene a ser, como la mayoría de trabajos del director, una película inclasificable por la brutal mezcla de géneros que se da en ella, por su exagerada riqueza simbólica y por esos latigazos de humor negro que esconde en sus entrañas; tres huellas más que familiares para los amantes del cine del maestro Park. Por otro lado, la peculiar manera en que está narrada y la gran agilidad y astucia con la que el director la va retorciendo, con giros, giros y más giros, nos hace ver que "La doncella" es mucho más que la simple adaptación de una novela.

El director coreano vuelve a sus orígenes, después de su fallida aventura en Hollywood, con una obra deslumbrante se mire por donde se mire. Visualmente cautivadora, con contrastes y juegos de cámara sólo al alcance de un genio como es el director que la firma, "La doncella" nos sumerge en un retorcido y oscuro cuento erótico para adultos ambientado en la Corea de 1930, en plena colonización japonesa, una etapa también oscura y retorcida que parece que el cine coreano se ha empeñado en evocar y reivindicar en estos últimos años.

Desde un primer momento, el espectador se sentirá cautivado, no sólo por la belleza de las imágenes, sino por el hecho de descubrir un mundo nuevo de la mano de la protagonista principal. Y es que, al igual que le ocurre a Sookee, la doncella que entra como sirvienta en la mansión de una rica y acomodada familia de la época, al espectador se le caerá la baba viendo cada rincón de ese lujoso espacio que combina los estilos arquitectónicos y decorativos británico y japonés. Dejando a un lado esa fascinación, también se sentirá partícipe y querrá saber qué esconde cada estancia, cada rincón e incluso cada cajón de dicha mansión. En este sentido, hay que hacer una mención especial al papel que juega el espacio en los dos primeros tercios de la película. Un espacio que ejerce la función de resorte dramático y que influye claramente en los personajes que se encuentran allí atrapados, entre paredes y muros que oyen y ven, y sótanos que guardan oscuros secretos. El espacio es, pues, un personaje más de la película, que viene a representar una prisión de diamantes, para unos, y, para otros, lo inalcanzable; lo lejos que quedan los sueños de la gente humilde que espera poder alcanzar ese paraíso material que sólo disfrutan unos pocos. Todo ello, al ritmo de las delicadas notas de una banda sonora realmente espectacular y que nos lleva en volandas por esa carretera plagada de sensuales caricias y de abruptos giros de guión que es "La doncella". Una banda sonora que se funde de manera natural con la imagen y lo narrado y que, al igual que el espacio, ocupa un lugar más que destacable dentro del total del film. Me acordé de "Oldboy"… (sic).

En este espacio y en este contexto totalmente narcotizantes, Park Chan-Wook nos hace partícipes de un juego maquiavélico en el que se entremezclan los sentimientos de Hideko y Sokee, dos bellas mujeres en dos situaciones vitales más que complicadas. Aquí entran en juego la mentira, el engaño, la seducción, el amor, la traición, la complicidad, la esperanza, la decepción, el dominio, la sumisión, la emancipación, la obsesión, la perversión, la deseperación, la venganza, el sexo, la locura, la libertad… Esta es la montaña rusa de emociones que nos depara esta película. Ahí es nada! Muy de lejos, lo mejor que he visto en este 2016.

Para algunos, misógina. Para otros, la ruptura de una lanza en pos de la libertad de la mujer frente al dominio ejercido por el hombre. "La doncella" es un film que no dejará a nadie indiferente. Hará las delicias de los amantes de las perversiones del Marqués de Sade y del voyeurismo, o arrastrará a los no versados hacia esos oscuros y húmedos rincones. Nadie escapará a los juegos de contrastes y de miradas que plantea el director. Nadie escapará al placer proporcionado por esas cámaras que acarician y que recorren cuerpos, mejillas, labios… y que erizarán el vello de todo aquel que entre en el juego. Nadie se querrá ir sin conocer los secretos que aguardan, y que se resolverán con cuentagotas, en las más de dos horas de pura lujuria cinéfila que nos regala Park Chan-Wook con "La doncella". Una obra de extraordinaria belleza, simbólica, astuta, perversa, extremadamente sensual y, ante todo, profundamente humana. Si tienen la ocasión, no renuncien al placer de verla en pantalla grande.
AleiX
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