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España España · Málaga
Voto de Kaori:
7
Drama Entre 1956 y 1959, Charles Van Doren, perteneciente a una prestigiosa familia de intelectuales y profesor de inglés de la universidad de Columbia, se convirtió en uno de los personajes más populares de Estados Unidos gracias a su participación en el concurso de televisión ”Twenty One”. Durante tres años contestó siempre las más variadas y difíciles preguntas. Pero, cuando su popularidad había llegado a todos los rincones del país, ... [+]
24 de agosto de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi superficialidad se ve recompensada muchas veces, y esta es una de ellas. Robert Redford, quien produce y dirige, demuestra un manejo como director que debemos aplaudir. Venía de hacer dos años atrás aquella patochada de «El río de la vida» y catorce la grandísima «Gente corriente», así que cualquier cosa podía encontrarme en «Quiz Show».

Confieso que me acerqué a la película por un poderoso motivo llamado Ralph Fiennes. Hasta once proposiciones de matrimonio se me quedan cortas teniendo en cuenta el carisma y el atractivo de un Fiennes de ojos que nunca dejan indiferentes y un personaje, Charles Van Doren, tan encantador que apenas puede tolerarse, aunque tenga sus sombras. Su interpretación es de un nivelazo que casi da escalofríos. Acababa de ser el impasible Amon Goeth con Spielberg, así que identificarle plenamente con un erudito caballero de clase alta con sonrisa de ángel solo hace que le admiremos más. Junto a Fiennes, encontramos un soberbio John Turturro, un Rob Morrow a gran altura o a un Hank Azaria que, pese a su seriedad, te hará reír con su cinismo. Ya os podréis imaginar el placer que supone verles a todos juntos.

Como digo, «Quiz Show» no es solo una superficial cara bonita o unas buenas interpretaciones, sino también un duro drama sobre las flaquezas humanas, la masificación del individuo o el poder que juega con nosotros, un Goliat que en la vida real sí suele vencer a David. De hecho, la historia me lleva a reflexionar sobre hasta qué punto existe el sincero perdón o sobre si tiene o no recompensa (externa, no personal) hacer lo correcto en esta vida. Así, lo que parecía una película simple y sin recorrido sobre los entresijos de un famoso programa de televisión, resulta todo un relato aleccionador, maduro, intenso, realista y claro, además de entretenido de principio a fin.

Cásate conmigo, Charles.
Kaori
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