Todas las estrellas pueden tener en sus carreras, películas de las cuales poco o nada se puede rescatar. Y creo, que ésta, es el caso del brillante elenco que la compone. Desconozco los pormenores que rodearon su producción y filmación (imagino que los tuvo).Pero eso no excusa al director y guionistas de ofrecer algo tan mal elaborado y sobre todo el de desaprovechar el inigualable talento que consiguieron. Da grima ver a una Irene Papas, un Omar Sharif, un James Mason o a la bellísima Romy Schneider tan desdibujados, y sin norte alguno. Audrey, madura y hermosa, trata con su talento de llevar sobre sus hombros ese argumento unido con pinzas y que, cada vez que sale en pantalla, nos hace olvidar que estamos ante un ladrillo y nos recuerda lo grande que era esta actriz. Pero no alcanza.Simplemente sirve esta película para recordarla a ella. Nada más.