Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Jark Prongo:
6
Comedia Pedro, un viudo que escribe novelas policíacas con el pseudónimo de Peter P. Peter, está a punto de casarse con Beatriz (Analía Gadé), una viuda que resulta ser una mujer despiadada que le hace la vida imposible. La experiencia que le han dado sus novelas lo lleva a concebir un plan para deshacerse de su nueva esposa; lo malo es que también ella planea matarlo a él. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a contar con las habituales torpezas en la dirección de Pedro Lazaga, entre las que destacaría lo que parece ser su reciente descubrimiento del zoom como herramienta narrativa y recurso de montaje (a tenor del abuso que hace tanto al encuadrar como al cerrar planos con un zoom in para ensamblarlos con el subsiguiente zoom out del plano inmediatamente posterior), Black Story es una muy buena película, muy meritoria. Y no por Lazaga, como decía, sino por el magnífico guión de Santiago Moncada (a él se le pueden atribuir sin miedo los hallazgos visuales de los que hace gala el film, deudores de su colaboración con Mario Bava en Un Hacha Para La Luna De Miel), el humor negrísimo que empapa todo el metraje y la sobresaliente, soberbia, interpretación de JL López Vázquez (¨soy un titán¨ canta de sí mismo durante los créditos iniciales).

Moncada, buen conocedor de los lugares recurrentes del género negro y de la idiosincracia celtibérica, sirve un argumento que hace avanzar un film basado en el clásico sueño de ¨eliminar a la esposa¨ mientras lo salpimenta de parodias a otros géneros (en forma de ensoñaciones las más de las veces), chanzas a costa de lo español (los maridos pusilánimes, el familiar que se persona en casa de uno alegando que pasará un fin de semana y termina permaneciendo 5 años) e interesantes reflexiones acerca del oficio de crear ficción (el recuento de cadáveres que lleva como escritor Lopez Vázquez, la translación del crimen perfecto de novela al imperfecto en el plano real), sin aburrir en ningún momento y dejando no pocas escenas memorables. Algunas de ellas en lo visual (maravilloso como está rodado el traslado a la vía, con una cámara nerviosa y una colorimetría virada a verde, así como su resolución, con un tren atropellando la mítica bola de playa Nivea que tan habitual resulta en las costas españolas desde hace décadas) y otras de puro cafre, como la secuencia en la que un López Vázquez en silla de ruedas y ebrio perdido se cruza con un disminúido impedido de verdad e intercambian ruidos guturales durante casi un minuto mientras hacen aspavientos raros, así como de sordomudos en éxtasis (químico, no del otro). Locurón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jark Prongo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow