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Voto de Jark Prongo:
8
Thriller. Intriga. Cine negro Una joven de mala reputación aparece muerta en el bosque. La teniente de la Guardia Civil de la zona se ocupa de las pesquisas. Los sospechosos, un antiguo novio ex hippie, el novio actual, un joven rockero, un hombre con el que se enrolló la noche de autos y el padre del músico, un acomodado tiburón de poca monta. (FILMAFFINITY)
9 de mayo de 2015
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La única incursión de pleno en la ficción narrativa del mejor documentalista de este país, el gran Joaquín Jordá, es una película que surge a consecuencia de tener que improvisar un rodaje tras serle imposible filmar la primera versión de Monos Como Becky que manejaba en su cabeza, ya que en Portugal el Nobel pionero de la lobotomía de masas Egas Moniz sale hasta en las monedas y resultó de todas algo quijotesco que se le permitiese rodar un documental al uso sobre su figura. Cuerpo En El Bosque, pues, hizo que la versión final de Monos Como Becky usase ficción –o docudrama, según se quiera ver- y documental en paralelo, aunque esa ya es otra historia.

Cuerpo En El Bosque ha de ser analizada a varios niveles.

-El primero de ellos compete a sus formas, giros de guión, temporalidad de la narración y trampas, todos enmarcados a mitas entre el policiaco de toda la vida –si bien se subvierte al darle al típico personaje de Dashiel Hammett la corporeidad de Rossy de Palma, es decir, se convierte el arquetipo en una mujer- y el thriller noventas cuya razón de ser principal es la de insertar un giro final que impacte y noquee e incluso cabree a la vez, el thriller deudor de Spoorloos que popularizase el Seven de Fincher. Cuerpo en el Bosque hace un par de trampas durante la narración –las reflexiones de la muerta- que igual no son tales una vez se ha visto el final, y esta se torna bifurcada conforme la investigación de Rossy de Palma va precisando saber qué paso durante su gestación para tener ella esa cara. No, es broma, joer. Ella investiga qué sucedió la noche que apareció el cadáver de Montse, y su labor en esta película es del todo excepcional, con un festival de caraspalo conforme responde de manera seca y sarcástica a la vez que ni Harry El Sucio. Con todo este discurrir sin salirse en ningún momento por los caminos canónicos del thriller noventas Cuerpo en el Bosque es un ejemplo impecable del mismo dotado de diversos elementos que le dotan de una peculiaridad sin igual.

-El segundo concierne a los homenajes, importantísimos todos. La Caza de Carlos Saura lo primero, obviamente. Twin Peaks está presente durante toda la película con esa lechuza, ese microcosmos que es el pueblo, los extravagantes comportamientos de sus lugareños y la aparición de dos caballos, uno negro y otro blanco, a la manera de las logias de la serie. La sublime El Cebo de Ladislao Vadja también se invoca en un par de ocasiones -al margen de darse toda la narración en un entorno rural- , siendo la más clara el suicidio ahorcado del falso culpable, del cabeza de turco, y otra bastante evidente cuando Rossy plantea la importante cuestión a su compinche sobre si estaría dispuesta a morir por hacer justicia, acción que ahí le ronda al usar a una niña de cebo para pescar a un matarife. El primer Atom Egoyan, el de las grabaciones en vídeo, además del tema de la diferencia idiomática tratada en Next Of A Kin, también hace acto de presencia a través de los vhs del plutócrata de la comarca y de la genial secuencia del supermercado, prodigio donde Joaquín Jordá conjuga tensión y humor de una manera casi impropia a quien está acostumbrado a hacer otro tipo de cine, el documental. Género que, a su vez, supone el último homenaje, ya que el estilo cámara al hombro de no pocas secuencias y todas las escenas de caza –ya próximas casi al sub-género mondo- está muy presente durante todo el film.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jark Prongo
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