FA
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Voto de escuece:
8
16 de septiembre de 2014
78 de 89 usuarios han encontrado esta crítica útil
Posiblemente una de las mejores películas del año. Agradará especialmente a los amantes de la música y lo bizarro. Un grupo de música experimental llamado Soronprfbs y un aspirante a estrella del pop cruzan sus caminos. Lo que empieza siendo una unión eventual, sólo para un concierto, acaba con el chaval dentro de la banda, aislándose con el resto de miembros para un largo proceso de creación musical. Este aislamiento creativo estrechará las relaciones y llevará al conjunto por caminos insospechados.
Los actores están magistrales, el uso de la tecnología y de las redes sociales entra de forma muy sutil en la película, la música, a pesar de su rareza, tiene bastante calidad, el guión apenas flojea, el humor es muy bueno, la fotografía acompaña a la perfección... Aunque para mí lo más interesante son las cuestiones que plantea el film (sigo en spoiler)...
Los actores están magistrales, el uso de la tecnología y de las redes sociales entra de forma muy sutil en la película, la música, a pesar de su rareza, tiene bastante calidad, el guión apenas flojea, el humor es muy bueno, la fotografía acompaña a la perfección... Aunque para mí lo más interesante son las cuestiones que plantea el film (sigo en spoiler)...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El chaval que entra nuevo en la banda es alguien supuestamente sano. Aquí vemos cómo un elemento sano puede desequilibrar una estructura que se mantiene estable en su desequilibrio, ya que todos los miembros de la banda parecen estar locos, ¿o no? Quizás lo importante sea la armonía de los elementos (como si de una melodía se tratara). Lo que da estabilidad es la similitud entre las partes.
Más allá de esto, se cuestiona la salud del chaval, puesto que éste quiere ser famoso y obtener reconocimiento social a toda costa. Para ello va publicando vídeos de la banda, del proceso de creación del disco, en twitter y youtube, al mismo tiempo que intenta colar alguna canción pop de las suyas en el disco. Todo esto se desmorona cuando al final los de la banda no quieren tocar en el concierto que les sale para un festival (su gran oportunidad para darse a conocer), pero a él le da igual y se planta con una guitarra y con Frank, que está ya descolocado, delante de la muchedumbre, porque lo importante no es la calidad de lo que toques sino que le gustes a la gente. La paradoja es que los desequilibrados parecen estar más sanos que él, puesto que no les importa tanto el reconocimiento social sino crear algo de calidad siendo fieles a sí mismos.
Esta idea entronca con la máscara de Frank, su imagen, la imagen de alguien que sufre una enfermedad mental y que lo único que quiere es sentirse querido en su rareza. Aquí apreciamos cómo la máscara, algo que está ahí para proteger a un enfermo mental, para levantar una barrera entre su yo y el exterior, funciona como icono, como elemento atractivo por su extrañeza y que desencadena cierta popularidad.
Para resumir todo en una idea, diría que se muestra que el afán por convertir algo peculiar en famoso hace que su trascendencia se transforme en algo banal, porque la gente no ve los vídeos como enseñanzas profundas sobre la composición musical sino como los vídeos que hacen unos freaks en su tiempo libre. Y es que en definitiva, como dice el refrán, "la miel no está hecha para la boca del asno", y las redes sociales, más que colmenas parecen granjas.
Más allá de esto, se cuestiona la salud del chaval, puesto que éste quiere ser famoso y obtener reconocimiento social a toda costa. Para ello va publicando vídeos de la banda, del proceso de creación del disco, en twitter y youtube, al mismo tiempo que intenta colar alguna canción pop de las suyas en el disco. Todo esto se desmorona cuando al final los de la banda no quieren tocar en el concierto que les sale para un festival (su gran oportunidad para darse a conocer), pero a él le da igual y se planta con una guitarra y con Frank, que está ya descolocado, delante de la muchedumbre, porque lo importante no es la calidad de lo que toques sino que le gustes a la gente. La paradoja es que los desequilibrados parecen estar más sanos que él, puesto que no les importa tanto el reconocimiento social sino crear algo de calidad siendo fieles a sí mismos.
Esta idea entronca con la máscara de Frank, su imagen, la imagen de alguien que sufre una enfermedad mental y que lo único que quiere es sentirse querido en su rareza. Aquí apreciamos cómo la máscara, algo que está ahí para proteger a un enfermo mental, para levantar una barrera entre su yo y el exterior, funciona como icono, como elemento atractivo por su extrañeza y que desencadena cierta popularidad.
Para resumir todo en una idea, diría que se muestra que el afán por convertir algo peculiar en famoso hace que su trascendencia se transforme en algo banal, porque la gente no ve los vídeos como enseñanzas profundas sobre la composición musical sino como los vídeos que hacen unos freaks en su tiempo libre. Y es que en definitiva, como dice el refrán, "la miel no está hecha para la boca del asno", y las redes sociales, más que colmenas parecen granjas.