Seis amigos con alta posición y residentes en Manhattan se juntan de vez en cuando para cenar y hablar sobre sus vidas, entre ellos hay dos parejas, Maya Rudolph y Chris O'Dowd, Kristen Wiig y Jon Hamm, y dos amigos más, Adam Scott y Jennifer Westfeldt (directora de la cinta y mujer en la vida real de Jon 'Don Draper' Hamm). Estos dos últimos son como hermanos, ya que se lo cuentan todo y siempre andan juntos, pero lo que podría parecer una relación a todas luces no es más que una amistad. Un buen día, deciden tener un hijo, pero siempre manteniendo la distancia entre ellos, ya que en su opinión, el matrimonio te acaba consumiendo y desgasta la relación entre hombre y mujer. Lo que en un principio funcionará bien, ya que cada uno contará con sus respectivos ligues (Megan Fox y Edward Burns) mientras cuidan al niño sin que nada raro suceda, se truncará cuando empiecen a relucir los verdaderos sentimientos que tiene el uno hacia el otro.

Como vemos la premisa no es que sea muy original, cosa que la directora sabe suplir con buenos diálogos y un ritmo ágil que permite que podamos disfrutar de la película de principio a fin. Los actores están muy bien, en especial Adam Scott y Chris O'Dowd (hasta Megan Fox parece que sepa actuar), y la cinta desprende mucha calidez, cosa que se le agradece a la directora. El fallo viene cuando hay que poner las cartas sobre la mesa, ya que la cinta acaba siendo un cúmulo de tópicos, y todo lo que te había fascinado antes se pierde por el camino.

De todas formas, recomiendo verla porque es una cinta muy agradable y bien hecha, además de estar rodada en pleno Manhattan, que siempre es un plus. Si no os he convencido siempre la podréis ver para ver como es la mujer de Draper, sin duda una de las mujeres más envidiadas del planeta.

Lo mejor: Los actores y la calidez que desprende el conjunto.
Lo peor: Su tercio final.

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