Una juventud problemática, el primer amor, el paso al mundo adulto... Todos estos temas están muy vistos en el cine moderno, pero pocas veces han sido tratados con la sensibilidad y la excelencia con que lo hace el director Stephen Chbosky, autor también del exitoso libro en el que se basa la cinta.

Charlie es un joven de 16 años con un pasado complicado que ve como tiene que afrontar un nuevo curso escolar sin amigos y siendo invisible para el resto de la gente. Todos sabemos que cuando se es un adolescente todo se magnifica, y de la cosa más estúpida haces un mundo, el caso es que para Charlie lo es aún más. Nuestro protagonista es dócil, encantador y muy observador, pero también muy frágil, por lo que tiende a derrumbarse enseguida. Conocer a Sam y Patrick, dos hermanos totalmente contrarios a los estereotipos que se dan en los institutos y algo mayores que él, hace que su vida vuelva a cobrar sentido, bien porque vuelve a tener amigos o porque ve en la adorable Sam a su alma gemela, a su primer amor.

Por su parte, el guión es prácticamente perfecto en todos los sentidos, todo este intrincado está narrado de forma primorosa, captando enseguida la sensibilidad de los protagonistas, unos protagonistas interpretados por tres actores que dan una auténtica exhibición, en especial Ezra Miller como Patrick (el adolescente desequilibrado de la interesante 'We need to talk about Kevin') y Emma Watson como Sam , esa delicada actriz inglesa que parece que no va a tener problemas para seguir con su carrera tras la saga de 'Harry Potter'. Entre los dos logran eclipsar la notable interpretación de Logan Lerman (Charlie), un joven actor que sabe meterse de lleno en el papel de ese chico que empieza a descubrir el mundo. Pero la cinta no se queda en eso, ya que también nos deja imágenes para la posteridad como esos paseos en coche por el túnel en el que los protagonistas gritan al viento que son infinitos, aludiendo al subidón de ese momento.

Pocas películas me han marcado tanto como este viaje iniciático al mundo de los adultos, que posiblemente sea la mejor cinta que se ha estrenado en 2012, una cinta que consigue que al terminarla te sientas como los protagonistas, 'infinito'.

Lo mejor: El guión, los actores, su capacidad para conectar con el público...
Lo peor: Sinceramente, no sabría que decir.

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