Por lo que se ve la cinta es un remake de una cinta francesa de 2003 que no he tenido el placer de ver. Pero vamos al lío, una doctora felizmente casada (Moore), ve como su marido (Neeson), profesor de música, cada vez pasa más de ella y cree que tiene aventuras con sus estudiates, por lo que contrata a una prostituta (Seyfried) para que lo seduzca y comprobar por fin, si es verdad que la engaña en cuanto tiene oportunidad. Pero lo que no se imagina es que los sentimientos de la prostituta también darán mucho que hablar.
La trama es buena durante la primera hora, pero a partir de ahí, empiezan a haber giros de guión y la peli se convierte en una especie de Atracción fatal algo extraña, con secuencias algo ridículas, pero aún así la cinta es entretenida y los actores están brillantes en sus papeles. Moore como la absoluta protagonista está igual de bella que siempre, Neeson sólo con su presencia llena la pantalla (aunque este sea un trabajo menor), en cuanto a Seyfried, su cuerpo y sus labios expresan deseo (aunque no llegue a la belleza espectacular de la Beart, la puta en la cinta original), aunque su cara parece de niña, y parece más una colegiala que una prostituta.