Cuando, en una primera secuencia tan espectacular como vibrante, el brillante Donnie Yen sorprende una vez más con una de esas espectaculares coreografias que tanta fama le han dado, uno llega a pensar que con "Legend of the Fist" se encontrará con otra de esas entretenidas producciones orientales donde la acción, las piruetas imposibles y los golpes más brutales empapan la pantalla para, acto seguido, darse de narices con la realidad: Andrew Law prefiere componer en ese marco una cinta donde la historia prime, el dramatismo funcione a su modo y, sin llegar a relegar las partes de acción a un segundo plano, haya algo más que contar de lo que puede llegar a ser habitual en este tipo de propuestas.
De este modo, se nos presenta un relato que, pese a tener puntos álgidos realmente interesantes, se devanea entre la consecución de un film más sólido en el transcurso del conflicto y la intensifiación entre la relación de diversos protagonistas que, por desgracia, en ningún momento llega a trascender como debería.

Pese a ello, Law es consciente de que tiene entre manos a uno de los mejores coreografos actuales, y no se olvida de esas secuencias tan visuales como imponentes que han dado un merecido renombre a Donnie Yen, así que, de vez en cuando, nos regala a lo que verdaderamente debería dedicarse una cinta de esta índole, y consigue retomar el rumbo inicial, contraponiéndolo a un tono general que no termina de casar, que siempre choca con esa acción desmedida, pero que deja una cosa bien clara: si alguien tiene ganas de encarar "Legend of the Fist", si esperan una película espectacular con momentos realmente emocionantes, no duden ni un momento. Donnie Yen está aquí para complacerles.