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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
3
Thriller. Terror Año 2007. Las elecciones francesas se resuelven entre un partido conservador y otro de extrema derecha. La banlieue ha estallado en protestas, y un grupo de jóvenes han decidido aprovechar el tumulto para perpetrar un robo. Un hostal aislado parece ser el refugio perfecto, pero sus problemas no han hecho más que empezar cuando descubran que sus propietarios son un grupo de degenerados neonazis. (FILMAFFINITY)
7 de julio de 2008
35 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Alta tensión" sentó un precedente, y supo combinar lo explícito de sus imágenes con el talento innato del genio en ciernes Aja que, pese a concluir con un final que no gustó, dejo establecidas unas bases que lograron hacer mella en el cine francés que viene.
Sí, probablemente hubiese algún otro film que, recurriendo a esas premisas obtuviese resultados similares, pero ninguno tuvo el empuje que sirvió a la cinta de Aja para lograr que los que viniesen tras él, tomasen su debut como base.
Lo malo y lo peor, llegaron luego, pues todo ese revuelo que se formó, sólo sirvió para que ese gusto por lo desagradable y repulsivo se viese acrecentado de tal modo que cualquier realizador perdería en cuestión de segundos el control sobre su propia creación. Y así sucedió.

Ya lo intentaron este año otro par de debutantes con su "A l'interieur" pero, si cabe, "Frontiere(s)" es un caso todavía más flagrante, donde en ningún momento se sabe establecer el límite entre lo degradante y lo puramente enfermizo, entre lo descarado y lo rompedor, entre lo trivial y lo hábil de unas situaciones que podrían estar resueltas con mucho más pulso, sin tanto mero efectismo ni tanto abuso de la gratuitidad más fútil. Sin embargo, parece ser que cuando algo se impone, no hay argumentos que funcionen en contra, y todo avanza según esas premisas, por ordinarias que puedan parecer.

Tampoco se libra esta "Frontiere(s)" del mal del videoclip, cosa que acrecenta las carencias de la película y nos muestra a Gens como un tipo sin personalidad, sin carácter, uno de esos que se rinden fácilmente a todas aquellas fórmulas que posean una capacidad mínimamente impactante sobre el espectador y que, puestos a pedir, no cuenten absolutamente nada, más que una tontería vacua, pretendidamente trascendente que, al fin y al cabo, no es más que otra cara de esa moneda tan desgastada que viene siendo el thriller actual. Desgastada y caducada, desgraciadamente.
Grandine
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