Haz click aquí para copiar la URL
España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
9
Acción. Thriller En lo alto de la ciudad de Los Ángeles, un grupo terrorista se ha apoderado de un edificio tomando a un grupo de personas como rehenes. Sólo un hombre, el policía de Nueva York John McClane (Bruce Willis), ha conseguido escapar del acoso terrorista. Aunque está solo y fuera de servicio, McClane se enfrentará a los secuestradores. Él es la única esperanza para los rehenes. (FILMAFFINITY)
6 de agosto de 2007
126 de 142 usuarios han encontrado esta crítica útil
No, no, pueden estar tranquilos que no leerán cada una de las puntillas que suelta el grandísimo McClane cada vez que los malos le dan un momentillo de descanso, pero si algo hubiera que destacar en la grandiosa "La jungla de cristal", además de esta modélica realización de McTiernan, es ese personaje tan divertido y tremendamente explosivo que, con cada uno de sus gestos, salidas e intervenciones no sólo ameniza la cosa, sino que además, le da un toque de carisma a una película que ya ha pasado a formar parte de la historia como, si no la mejor, una de las mejores cintas de acción de todos los tiempos.

Lo mejor de ella, es que en todo momento sabe mantener el equilibrio perfecto entre el espectáculo de acción, tiroteos y mamporros más funcional y esos divertidos tramos donde la vis más humorística, ya no sólo del mismísimo McClane, sino de otros personajes, se destapa.
Además, se agradece no toparnos con el arquetípico villano que siempre duda dos veces antes de hacer las cosas, y qué coño, se agradece todavía más que el grandioso Alan Rickman le de vida en uno de sus papeles más geniales y descarados, siendo acompañado también de otros fabulosos personajes como Karl (al que da vida Alexander Godunov como un tipo con poquitos escrúpulos) o Theo (el freak informático de risa floja).
Tampoco hay que olvidar al monumental Reginald Veljohnson (más conocido por su papel en la serie "Cosas de casa") y al jovencillo que hace de chofer de McClane.

Si hubiese que destacar secuencias por separado, este teclado seguramente terminaría hecho mierda de tanto describir las colosales intervenciones de McClane, así que solamente diré dos cosas: "Ahora tengo una ametralladora Ho-ho-ho" y "¡Aiba!". Me parece que más visual no puedo ser, porque esos dos diálogos se llevan la cima en dos de los momentos cumbre de este peliculón.
No me voy a olvidar, eso si que no, de como el pobre McClane las pasa putas y nos transporta a momentos de una habilidosa tensión y una agonía palpante gracias a la increible labor de McTiernan que saca petroleo de un guión de esos interesantes y lo convierte en un cúmulo de instantes trepidantes, diálogos chispeantes y personajes enormemente caracterizados.
Y, para colmo, el cabrón parió una de las mejores y mayores frases (y seguramente de las más repetidas en la década de los 90) y popularizó las camisetas de tirantes portando la suya con gran estilo. ¿Quien da más?

"Yippi Ka yey, ¡Hijo de puta!"
Grandine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow