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Voto de Grandine:
7
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Comedia. Drama
Comedia dramática sobre los excesos y las carencias de la vida. Los complejos, las fobias, las obsesiones, los traumas, los errores, los miedos, la culpa, los deseos, las ilusiones, los retos, los compromisos, las metas, las relaciones, el amor, el sexo, la salud, la familia... La supervivencia, en el más amplio y orondo sentido de la palabra. "Gordos" es una historia coral que gira en torno a una terapia de grupo, de gente con ... [+]
24 de septiembre de 2009
49 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Pero como puede ser tan bueno Dani Sánchez Arévalo? Normalmente, y ante la aceptación negativa casi general por parte de mis amigos/conocidos, leería las críticas de "Gordos" para saber que es lo que les ha llevado a desestimar un film que tiene tantos destellos y tan bien repartidos, pero en este caso, y ante la falta de tiempo, pasaré directamente a encumbrar la labor de este magnífico director que, sin dar un minuto por perdido de su última cinta, ha demostrado que en España se puede realizar un segundo buen film. Y es que, el otro día, hablando con otro Filmaffinitero, me comentó precisamente eso, que si por ejemplo "Tres días con la familia" era un buen debut, habría que ver como sería la segunda cinta de Mar Coll, una segunda cinta donde muchos autores patrios suelen darse de narices y no repiten el éxito de su primer trabajo. Sánchez Arévalo, a estas alturas, ya puede decir que lo ha conseguido, y con creces.
Es curioso, de todos modos, que entrando a la sala y viendo trailers, me topase ahí con todos (o casi) los peces gordos del cine español (o que tiran de financiación española también, que son coproducciones, vaya): Trueba, Amenabar, Campanella... tipos que, desarrollen su cine de un modo más o menos notable, siempre poseerán esa tendencia de tener a la Academia y a la crítica nacional a su favor, algo que, curiosamente, no puede decir Sánchez Arévalo, y si digo curiosamente, es porque el madrileño no sólo ha conseguido un film divertidísimo (aunque pueda estar apoyado en el estereotipo y en el tópico), sino también una cinta lúcida, hermosa y con lecturas que, aunque livianas, dotan "Gordos" de una sencilla capa autocrítica, que ofrece la guinda final a un trabajo sencillamente memorable.
En ella, vuelve a contar con Antonio de la Torre y Raúl Arévalo, con Roberto Enríquez en un papel de mayor envergadura, y con una Verónica Sánchez con la que aun no había tenido toma de contacto alguna, y ver como esos actores se compenetran tan bien en pantalla, lo bordan con tanta frescura y un delicioso sentido del saber estar, es ya no de agradecer, sino de aplaudir. Porque que ante papeles que exigen un cambio físico, lo que destaque, contra todo pronóstico, sea el actor, es encomiable como poco, y porque los roles de todos ellos no pueden estar mejor trazados mediante diálogos y situaciones ricas en coyunturas que les hacen reaccionar y que logran achispar al espectador más reticente.
El cineasta que dirigiera la fabulosa "Azuloscurocasinegro" demuestra, además, una maduración digna de elogio, dominando como si nada la narrativa y los recursos a emplear (a destacar, en especial, ese montaje paralelo ante el nacimiento, o los tramos añadidos del personaje de Antonio de la Torre), y haciendo de todos ellos herramientas importantes en el desarrollo de "Gordos".
(Termina en zona Spoiler, sin desvelar nada)
Es curioso, de todos modos, que entrando a la sala y viendo trailers, me topase ahí con todos (o casi) los peces gordos del cine español (o que tiran de financiación española también, que son coproducciones, vaya): Trueba, Amenabar, Campanella... tipos que, desarrollen su cine de un modo más o menos notable, siempre poseerán esa tendencia de tener a la Academia y a la crítica nacional a su favor, algo que, curiosamente, no puede decir Sánchez Arévalo, y si digo curiosamente, es porque el madrileño no sólo ha conseguido un film divertidísimo (aunque pueda estar apoyado en el estereotipo y en el tópico), sino también una cinta lúcida, hermosa y con lecturas que, aunque livianas, dotan "Gordos" de una sencilla capa autocrítica, que ofrece la guinda final a un trabajo sencillamente memorable.
En ella, vuelve a contar con Antonio de la Torre y Raúl Arévalo, con Roberto Enríquez en un papel de mayor envergadura, y con una Verónica Sánchez con la que aun no había tenido toma de contacto alguna, y ver como esos actores se compenetran tan bien en pantalla, lo bordan con tanta frescura y un delicioso sentido del saber estar, es ya no de agradecer, sino de aplaudir. Porque que ante papeles que exigen un cambio físico, lo que destaque, contra todo pronóstico, sea el actor, es encomiable como poco, y porque los roles de todos ellos no pueden estar mejor trazados mediante diálogos y situaciones ricas en coyunturas que les hacen reaccionar y que logran achispar al espectador más reticente.
El cineasta que dirigiera la fabulosa "Azuloscurocasinegro" demuestra, además, una maduración digna de elogio, dominando como si nada la narrativa y los recursos a emplear (a destacar, en especial, ese montaje paralelo ante el nacimiento, o los tramos añadidos del personaje de Antonio de la Torre), y haciendo de todos ellos herramientas importantes en el desarrollo de "Gordos".
(Termina en zona Spoiler, sin desvelar nada)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
De todos modos, la peli de Arévalo tiene un componente esencial sobre el que le hablaba a mi amiga Midori hace unos días: la sinceridad. Porque ante un film así, si además uno se topa con una propuesta que posee esa frescura, no le queda más que agradecerlo, y ya sea arrejuntando cuantos adjetivos o palabros elogiantes se junten en la misma línea o dándole un cariz más serio a la crítica, la cuestión es transmitir al lector tus sensaciones. Y cuando las sensaciones son así de buenas, uno sólo se puede deshacer en elogios, sean onomatopeyas, adjetivos o un simple "Qué grande eres, Arévalo".