A ver lo primero que se me pasa por la mente durante su visión, es la que salvando las distancias (que hay unas cuantas), esta podría ser otra "coenada" más .
Si bien la podían haber firmado los hermanísimos o uno de ellos, la crítica les hubiera tirado algo de la oreja porque siempre les supones y exiges mayor calidad, pero mi impresión ha sido grata, el tema de la crisis inmobiliaria que se aborda, sucedió realmente y la trama en torno a el, es una sátira de humor negro, que como os digo, trata de beber de las fuentes de los Coen o el mismísimo Tarantino.
Danny McBride el psicópata y Rosemarie DeWitt su sufrida víctima, están francamente bien en sus roles, el film que tiene corto metraje (80m. reales de película) mantiene un buen nivel en su primera mitad y se desmadra de forma muy atolondrada en su segunda.
Recomendable sin pretensiones.