Soy una de esas personas con la virtud o el defecto de que no puede dejar algo a medias. Puedo empezar a leer un libro, jugar a un juego, empezar una película o serie… y debo acabarlo, me guste o no. Otros dirían “si no me convence, pongo otra cosa” Y más listos son, sinceramente.
Con Zoo ha sido uno de los pocos casos en que estuve a punto de abandonar tras ver la primera temporada. Aunque tuvo sus cosas interesantes, también tuvo otras para mi gusto imperdonables. Y a eso le sumas que (todo hay que decirlo) es una serie que se canceló, y que quedó con muchos cables sueltos y final abierto pues… la combinación para verla al completo no era precisamente cautivadora, pero aun así la vi entera.

Zoo en pocas palabras nos muestra que la naturaleza en general está cambiando, desde la más pequeña hormiga hasta el más grande de los mamíferos, todos van cambiando y parece que lo hacen en perjuicio del ser humano y la civilización como la conocemos.
Nos muestra un variopinto equipo de personas que nada tienen que ver entre sí pero a las que el destino lleva a coincidir en la búsqueda de una solución al problema. Son personajes diferentes, carismáticos y que nos agradarán.
También decir que la serie cuenta con numerosos diálogos y reflexiones de diferentes posturas; naturalistas, ecologistas, morales, más humanas, menos humanas, a favor o en contra de la naturaleza etc. Pero nos las muestra sin más, sin ánimo de convencer, y eso se agradece.
Y cómo no, animales, algunos a ordenador, otros que se ven dóciles y entrenados, pero con algunos detalles imperdonables que rozan lo ridículo como (lo pongo en spoiler)

La primera temporada nos presenta al grupo principal y el primer tanteo con esta nueva locura animal. Veremos animales y sus acciones, se sacarán numerosas teorías, se propondrán soluciones y resultará entretenida sin más, aunque con algunos capítulos bastante flojos.

La segunda temporada crece en todos los sentidos; más personajes, más animales, más problemas. Aumentará considerablemente la acción, las conspiraciones, el conflicto de intereses, y veremos que la serie se va acercando peligrosamente a la pura fantasía más que a ese intento de explicación natural de la nueva actitud animal. En mi más sincera opinión la serie debió terminar tras esta temporada.

La tercera temporada se torna en exceso fantasiosa, abundan las cosas absurdas, sin explicaciones, en interés de la acción, con efectos más pobres también hay que decirlo. Se vuelve algo así como la versión granjera de Lost, y aquí llegó la cancelación, con las dudas flotando en el aire.