Como relación del universo Warren la película no es del todo mala, tiene su esencia y personalidad.
Además nos plantea un nuevo enfoque, surgido del folklore mejicano.

Dejando de lado eso, es una peli que se deja ver, eso sí, una vez y nunca más. No aporta nada nuevo y abusa (que no es raro en este género) de los tópicos del cine de terror.

Sobresaltos, aunque pocos, imágenes rápidas y repentinos aumentos de sonido. Sumándole el típico reparto y actuación en que nada es creíble, no reflejan miedo, cometen cualquier acción de coeficiente de Australophitecus
Todo lo llevan con la normalidad del que cría hombres lobo en su casa.

Pero la principal queja, tanto de esta como de películas relacionadas, en opinión personal, es cuando se abusa de la caracterización del ente demoníaco.
Su explicación; bien. Su aspecto; bien, muy siniestro.

Pero cuando aparece a cada instante, ahora detrás, ahora lejos, ahora cerca... acabamos normalizándolo. Ya no es algo que escapa a nuestro control, parece una especie de okupa siempre presente.

Eso acaba frenando las chispas de sobresalto y tensión, y solo nos suscita curiosidad por el qué pasará después, no por el momento presente.