Una grata sorpresa esta película que he visto por la simple curiosidad de ver hasta donde puede llegar cada uno (cada actor, y aproximadamente)

Resulta chocante a la par que gratificante ver la otra cara de Van Damme, dejando de lado en parte las patadas y golpes por una nueva cara mucho más humana basada en el drama.

Bien llevada, con saltos entre el origen y el resultado, y varias perspectivas de cámara, para hacerlo todo bien visible desde el punto de vista del protagonista así como el punto de vista a pie de calle por decirlo de alguna manera.

Con también algunos minutos de reflexión dignos de debatir sobre el estrellato, la fama y la humildad, viendo por primera vez las lágrimas de un actor caracterizado y bañado en tópicos por su rudeza en la gran pantalla.

Bañada de humor, el cual es muy necesario, de lo contrario acabaría resultando su cine de "siempre", es una película que da un aire de frescura para hacernos ver que nunca es tarde para que un actor exprima su potencial aportando novedades para atraer a nuevos espectadores.