Godless es el ejemplo de una miniserie perfecta, en apenas siete capítulos nos narra un contexto sencillo, le da fuerza con el carisma de los personajes y lo cierra a lo grande al más puro estilo Western.

Godless nos presenta un arco principal sencillo, en la línea del género, bandidos, sheriff, traiciones y mucho polvo, calor y caballos.
Conforme fluye este arco iremos viendo diferentes personajes, todos diferentes y bien marcados, y habrá momentos en que leves cosas, una imagen, una conversación, un peculiar enfoque de cámara... levanten nuestro interés.

Digamos que la serie comienza mostrando que cada personaje tiene algo más allá, sea en presente o en pasado, y la serie nuevamente se encargará de ir resolviendo las particularidades de cada uno, pero no con rellenos innecesarios; a veces serán como flashback, otras diálogos entre ellos mismos, otras deducciones que nos ponen en bandeja.

Nos iremos dando cuenta de las cosas, nos sorprenderán, sin necesidad de quebraderos de cabeza, y eso se agradece.

Tendremos de todo lo que ofrece el género, no faltará crudeza y violencia, amor, camaradería, negocios...todo repartido en pequeñas dosis alrededor del arco principal, pero dejando un final contundente, el último capítulo espectacular.