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Voto de José Luis Velasco:
10
27 de noviembre de 2011
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amoríos no es de las películas más conocidas de Ophuls - qué gran director -, pero merece ser revisada y situada en primera línea. Estamos ante una verdadera joya. Elegante y sutil, rezuma estilo por no caer en la explicitación de todo lo acontecido (pues hubo un tiempo en donde el ojo no tenía derecho a verlo todo). Es de agradecer que el director dé a entender a través de la acción de un personaje, de una frase suya, de un objeto, etc., aquello que queda fuera de cámara.
Inolvidables los diez últimos minutos (spoiler), con un cierre de película que recuerda a lo que luego Becquer hizo en "París, bajos fondos". Precioso y muy emotivo.
Inolvidables los diez últimos minutos (spoiler), con un cierre de película que recuerda a lo que luego Becquer hizo en "París, bajos fondos". Precioso y muy emotivo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El duelo se resuelve de forma magistral, a través de la mirada de la pareja amiga, y esa espera... ese segundo disparo que no se oye. Se podría haber rodado de forma convencional, mostrando al protagonista caer fulminado, pero ¿qué hubiera aportado? Estéticamente, muy poco. En "La diligencia" nos pasamos toda la película esperando con cierta impaciencia el duelo final entre Ringo y los hermanos Plummer, y cuando éste llega, de nuevo la cámara no nos ofrece su resolución.
Cuando la chica recibe la noticia de la muerte en duelo de su novio, estamos ante una escena sobrecogedora (interpretada excepcionalmente), pues ahí se encuentra el epicentro de la tragedia: lo que ella se quedó sin saber. Una vez más, darnos a conocer su suicidio a través de una ventana que oscila es otro ejemplo de delicadeza.
¡Y qué decir del final! Es necesario primero recordar, hacia mitad de película, ese paseo en carruaje por entre la nieve, con un diálogo que no tiene desperdicio, y que acaba con un travelling donde podemos ver al vehículo atravesar un cementerio (algo totalmente premonitorio). El cierre de la película rima con esta secuencia, pues se repite dicho travelling, eso sí, ya sin carruaje, y donde las voces en off de dos seres desgraciados, que ya no pertenecen a este mundo, se declaran amor eterno.
Sublime.
Cuando la chica recibe la noticia de la muerte en duelo de su novio, estamos ante una escena sobrecogedora (interpretada excepcionalmente), pues ahí se encuentra el epicentro de la tragedia: lo que ella se quedó sin saber. Una vez más, darnos a conocer su suicidio a través de una ventana que oscila es otro ejemplo de delicadeza.
¡Y qué decir del final! Es necesario primero recordar, hacia mitad de película, ese paseo en carruaje por entre la nieve, con un diálogo que no tiene desperdicio, y que acaba con un travelling donde podemos ver al vehículo atravesar un cementerio (algo totalmente premonitorio). El cierre de la película rima con esta secuencia, pues se repite dicho travelling, eso sí, ya sin carruaje, y donde las voces en off de dos seres desgraciados, que ya no pertenecen a este mundo, se declaran amor eterno.
Sublime.