Brenda es bailarina en uno de los locales de diversión propiedad del gángster Steve Larwit. Éste se enamora perdidamente de Brenda y a los pocos meses contraerán matrimonio. Sin embargo, otro grupo de mafiosos amenazará la vida de Steve, y Brenda, en su afán por ayudarlo, tomará una decisión equivocada e irremediable.
Archie Mayo es el director de esta notable película sobre las cosas del querer y sus ¿impredecibles? consecuencias. Son temas mundanos que se hacen interesantes gracias a la habilidad del director. Reconocemos a los personajes y. sobre todo, sus reacciones. Las vemos a diario -hombre, no tan exageradas como el amor de Steve o la envidia de Slant- pero en absoluto permanecemos ajenos a los sentimientos de los protagonistas. Éste es el gran acierto de Mayo. Y, finalmente, nos hará debatir, como a Brenda, si debemos elegir la felicidad o la fidelidad. Por cierto, muy buenas interpretaciones de Joan Bennett y Gladys George.