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España España · Zaragoza
Voto de el chulucu:
5
Drama Retrato de Lincoln (Massey) durante la época que pasó en Springfield (Illinois), donde trabajó como abogado luchando contra las injusticias sociales y, además, se enfrentó a su adversario Stephen Douglas en unos famosos debates políticos. (FILMAFFINITY)
14 de noviembre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un año después de la magnífica "El joven Lincoln" del maestro Ford, John Cromwell vuelve a retomar las andanzas y vivencias del futuro presidente de los EEUU en sus años jóvenes y más desconocidos.
Cromwell apoyándose en una bella fotografía en blanco y negro sabe crear ambientes y recrear con habilidad el entorno rural de Lincoln. Añade también ciertos toques de humor (muchos menos que en la cinta de Ford) y ciertos retazos de un presumible exquisito romanticismo. Pero, en efecto, sólo podemos presumirlo, porque el tremendo error de la película es la elección de la pareja protagonista (Raymond Massey como Abraham Lincoln y Ruth Gordon como Mary Todd). Por mucha experiencia teatral que tuviera Massey y por mucho que lo nominaran al Oscar al mejor actor, su actuación me parece absolutamente fuera de lugar. Parece un muñeco de cera parlante, con la mirada ida y el gesto en constante amargura. Sin un atisbo de sonrisa, sin humor, sin gracia, sin carisma. Lo único que inspira es temor, locura. Cuando levanta sus dos dedos en esa pose tan ridícula como estudiada, dan ganas de colgarle el abrigo en la mano y marcharse 'pa' casa. En cuanto a Ruth Gordon... en fin para qué contarles. Para empezar, la primera vez que aparece en escena pensé que era la abuela de alguna de las jovencitas de la fiesta. Luego resulta que no, que es una bella mujer que atrae a todos los hombres. Todavía no había salido de mi asombro cuando empieza a desfilar por la pantalla embutida en un vestido tras otro (a cual más cursi), soltando sandeces por doquier. Sinceramente creo que la moza tiene lo que vulgarmente se conoce como "cara de haba" o sea, esas caras difíciles como la de Fred MacMurray o Fred Astaire.
En fin, parodiando el final de aquel chiste grosero de Manolo de Vega, "entonces ya del doblaje en español ni hablamos". Pues eso, ni lo mentamos.
el chulucu
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