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Voto de Anibal Ricci:
10
Drama. Romance. Ciencia ficción El chef Michael (Ewan McGregor) y la investigadora Susan (Eva Green) se conocen y se enamoran mientras se extiende por toda Europa una grave epidemia que priva a la gente de sus percepciones sensoriales. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2013
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La tesis de esta extraordinaria película es simple: nuestra humanidad se expresa a través de los sentidos.

Esta cinta está muy bien filmada, con parlamentos brillantes, y por lo mismo, no puede durar eternamente, como nuestras vidas, algo así como 88 minutos.

El primer sentido que va perdiendo la humanidad, en forma de epidemia, es el olfato, quizás el más visceral, voluble y primitivo, que hombres y mujeres extravían luego de experimentar una profunda pena, una activación que lleva los recuerdos al presente y hace colapsar las mentes. La vida sin olfato continúa con sabores más picantes, salados y dulces.

Los artistas callejeros recurren a la música para rememorar olores alojados en cada cerebro.

El mundo se divide: la enfermedad es un ataque al mundo libre, y en otras latitudes, un castigo de Dios.

El tipo de alimentación se va simplificando, pero la vida continúa y la gente hace lo mismo que antes (trabajar) de la mejor manera posible.

Todo es adaptación al cambio, uno del tipo degenerativo. La gente se divide en dos bandos: los que destruyen porque solo creen en el fin del mundo, y por otro lado, aquellos que hacen su trabajo, lo mejor que pueden, para que el mundo funcione.

Al final todo queda oscuro y los amantes saben lo que deben saber.

Todo es sabiduría y amor. ¿Será acaso tiempo de morir?

BRILLANTE GUIÓN.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Anibal Ricci
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