Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Cinéfilo de mierda:
5
Comedia Kika, una maquilladora optimista y vital, vive con Ramón, un fotógrafo muy introvertido y obsesionado por la muerte de su madre. Se quieren pero no se entienden. Kika tiene una amiga con muy pocos prejuicios, Amparo; una acérrima enemiga, Andrea "caracortada", directora y presentadora de un "reality show"; un amante americano que es padrastro de Ramón; y por último una criada bigotuda, enamorada de ella en secreto y hermana de un actor ... [+]
25 de febrero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque compartimos muchas cosas, Almodóvar no es un director que me entusiasme. Únicamente he disfrutado de “La piel que habito”, poco después de su estreno, y no me atrajo lo suficiente como para devorar el resto de su filmografía. Pero el otro día fue muy tonto y me animé a ver “Kika”, motivado por un fragmento que encontré por Youtube.

Introducirme en el Almodóvar más puro es un movimiento que solo podía resultar en un amor incondicional o en un odio absoluto. Esto es muy adecuado para poder saber hasta qué punto me interesa tragarme el resto de su –extensa- filmografía, ya que no tengo tanto tiempo como para permitirme el lujo de ver cosas que no me interesan. Por desgracia, “Kika” no me ha resuelto ninguna duda, y mi imagen del director se encuentra intacta.

La historia nos habla de Kika, una maquilladora a la que su novio, un fotógrafo algo menor que ella, le pide matrimonio. Aunque esta sinopsis está muy cogida con pinzas: también podría hablar sobre el regreso del padrastro del fotógrafo, o sobre el suicidio de su madre, o sobre una extraña periodista que fue su pareja, o sobre la fuga del hermano de la criada de la cárcel en la que estaba preso por violar mujeres. En resumen, la obra presenta varias tramas pero no termina de decidirse cual está por encima, alternando entre unas y otras de forma brusca y desorganizada. Lo que comienza como un thriller se vuelve en una comedia costumbrista muy ligera –pero maravillosa, ya que durante la presentación la película funciona muy bien-, luego toquetea con el drama sentimental, se transforma en una comedia de enredos, vuelve al thriller con toques de crítica social y al misterio casi detectivesco. Aunque “La piel que habito” también era un poco así, en esta ocasión lo hace sin soltura ni sutileza, resultando en un batiburrillo desagradable que, más que refrescar o hacer más variado el visionado, confunde y no hace sencillo saber de qué te quiere hablar el director.

Lo que salva este caos argumental/temático son sus personajes. Verónica Forqué en el papel de Kika está maravillosa, y su carisma le sienta de perlas al personaje, sabiendo aportarle un toque desquiciado y simpático. Y su tándem con Rossy de Palma me parece fantástico –y fue el principal motivo por el que me acerqué a la obra-, denotando una química especial. Los actores masculinos también se encuentran bien resueltos, aunque debo criticar con dureza a Àlex Casanovas, que interpreta al fotógrafo, y que me ha parecido sencillamente un mal actor, carente de expresividad, robótico y plano. Aun así, el elenco se encuentra bien dirigido, dejándome la duda de cuánto han tenido que esforzarse para interpretar sus personajes. Todos son bastante simples y no encierran demasiados matices, ni atraviesan un arco evolutivo prominente ni cuentan con demasiada variedad emocional. Por momentos, y excluyendo a Victoria Abril –que se come cada puta secuencia en la que aparece-, parece que se estuviesen interpretando a sí mismos.

Lo que me ha gustado mucho muchísimo es la estética. Los colores vivos de sus decorados le dan un aire moderno –dentro de la época- que nunca riñen con elementos propios de La Mancha más rural. El entorno “almodovariano” es sencillo de definir, es coherente con el tono de sus historias y con la época en la que se ambientan. Esto puede parecer una nimiedad, pero debemos aplaudir que un artista sepa diferenciarse del resto.

Por otro lado, y aunque la película no me parece excelentemente ejecutada, quiero destacar su vanguardismo, fruto de unos tiempos revueltos que supusieron un avance social sin precedentes. “Kika” sería muy odiada hoy día, y muchos de los elementos que la conforman harían que más de uno se llevara las manos a la cabeza. Desnudos femeninos, un retrato del hombre como un ser grotesco, egoísta e impulsivo, mujeres con numerosos vellos en las axilas, violaciones… Almodóvar parece ir un paso por delante, y nos presenta sin complejo cuestiones que aún nos cuesta aceptar. Quizá ese toquecito provocador y el carisma de su ambientación y de sus personajes promuevan que, en un futuro, le dé otra oportunidad para enamorarme.
Cinéfilo de mierda
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow