Es correcto porque intenta ser honesto y no sesgado, pero a la vez es pobre porque es muy superficial o consabido.
A través de los peloteros, se hace un repaso somero de la historia sobre todo más reciente de la isla con especial hincapié en la relación que han mantenido/sufrido con los USA.
Y en el centro de todo de la vorágine de la intemperie Fidel, padre padrone, ogro, monstruo, el acabose.
Unos se quedaron, otros se fueron. ¿Todos perdieron? ¿Unos más que otros? ¿Alguien ganó algo si acaso?
La excusa es un partido que se celebró a finales del siglo veinte entre los dos países en (eterna) crisis, bueno, dos partidos, ida y vuelta, aunque eso en realidad es lo de menos, importa un carajo.
Así como el asunto es novedoso para un oído virgen europeo a este respecto pelotero, lo cierto es que este documental poco aporta nuevo a lo que ya sabemos, no se mete en camisa de once varas, llueve sobre mojado, repite el estribillo conocido.
Mucho dolor y alguna alegría repartidas o mezcladas al azar baltasar.