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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
4
Drama. Comedia En un país europeo en crisis, Portugal, un director se propone construir ficciones a partir de la miserable realidad que le rodea. Pero incapaz de encontrar sentido a su trabajo, huye de manera cobarde, dejando su lugar a la bella Sherezade. Ella necesitará ánimo y coraje para no aburrir al Rey con las tristes historias de ese país. Con el transcurrir de las noches, la inquietud deja paso a la desolación, y la desolación al ... [+]
8 de junio de 2016
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya lo anuncia el propio autor al comienzo de todo, nos habla de la imposibilidad de juntar lo maravilloso con lo cotidiano, de hablar de la crisis portuguesa actual a través de fábulas, en resumen, se trata de un empeño utópico. Es cierto que juega y bromea, pero lo que luego vemos es la exacta constatación de esa gran dificultad, el renqueante devenir de esa premisa, la cual, creo yo, no debería ser invalidante, siempre depende del modo, del tono o instrumento narrativo elegido por el contador en cuestión. Y en el caso que ahora nos ocupa, pienso que es equivocado. Concreto: esa evidente inteligencia de la mirada que se alía con buen tino con el humor se va al garete directamente, a la hondonada de los proyectos fallidos, como ballena varada, cuando tropieza de lleno con una afectación pedante y satisfecha, con una displicencia cargante y sin gracia, con una pose suficiente, estirada y distanciada, como de lado o por encima, sin fijarse de verdad en las cosas nada más que a ratos escasos de los que sale huyendo como asesino exquisito que no se quiere manchar las manos con la sucia realidad y que se sirve de la coartada de la ficción literaria para no caer en un realismo demagogo o simplemente documental y que no se atreve a la imaginación pura tampoco y la enreda, la corta, la pervierte, volviendo otra vez a la denuncia de chichinabo, demasiado superficial, vacía, obvia, y cuando parece que quizás sí esta vez de verdad, otro tanto que no... y así todo el tiempo, del caño al coro y del coro al caño, que ni sí ni no sino todo lo contrario; intelectual de morro fino con conciencia desarrollada que no renuncia a su altura de miras pero que observa a ras de suelo de aquella errática manera.
Lo dicho, la mezcla no tenía por qué ser mala, el fallo estuvo en quedarse en tierra de nadie, a medias de todo, y en nunca mojarse definitivamente e ir de irónico y elegante y suave y coñón y nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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