De afán más razonador y crítico de lo habitual (tira con bala contra la política, menos mal, faltaba más; el dinero, esos comerciantes o emprendedores de medio pelo; y el ciudadano medio, tan manipulable como obtuso, ruin, mezquino; las tres cabezas de la hidra), se queda en poca cosa por la pura trabazón argumental tan simple y boba y por un final tan poco creíble y necesario, por el ayuntamiento, si lo hubiera, puesto. El ejército tiene sus más y sus menos, abundantes cabestros carniceros cabezas de alcornoque y también los indispensables para variar algunos hombres buenos, toma y daca, toma pan y moja.
Western mediocre que se deja ver con cierto interés por algunos detalles curiosos (torturar a fuerza de copazos, cómo se esconden como sabandijas de los indios en medio de su propia pelea... ), pero que en líneas generales aburre a muerte, exagero, por su poco vuelo y escaso dinero mal puesto, ni hablar del doblaje.
Claro.