Muy pobre. Famélica historia de amor y guerra con más tópicos por minuto que nazis malos (valga la jodida redundancia) en la historia del cine.
Cursilería romántica y aventuras de chichinabo sostenidas por una dirección mansa.
El resultado es acartonado, está diezmado. Un sopor cansino. Un aburrimiento mortecino, a traición.
Nada es creíble ni serio; mala historia mal filmada, sin personalidad ni arte; una suma triste de recuerdos de mil y un películas distintas; producto bastardo y simplón.
Me quedo con la bella Ormond; buena actriz perjudicada por un guion torpe y consabido.
Un enorme bluff.