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Voto de Ferdydurke:
5
4,9
150
Western
En 1893, dos chicas marchan hacia el Oeste dispuestas a vivir toda clase de aventuras. Adaptación de una novela de Robert Ward. (FILMAFFINITY)
16 de febrero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la vida lo acabas perdiendo todo, solo te queda el alma sucia y un montón de recuerdos.
Trata de mezclar la ternura candorosa orgullosa de ellas (el Oeste como mito, como una ficción, al perder realidad, al desdibujarse sus contornos y extinguirse o evaporarse su esencia presencia, gana en leyenda), increíble la cara de niña de Lane a sus dieciséis añitos, preciosa su relación con el tito Lancaster, el más grande, y está claro que a Tarantino le gusta esta película, lo digo por Amanda Plummer que está tremenda, esa de fuego mirada, con la brutalidad humorística bonachona de la banda y las persecuciones. El tono está bien logrado y está llena de momentos bonitos y otros bien escritos o interesantes, pero también adolece o tiene un aire como de cómic que no acaba de casar del todo con el realismo triste y hasta sórdido que se plantea o propone, hecho o contradicción que especialmente se nota en las apariciones extemporáneas* de otro que tal baila, el estupendo Rod Steiger.
Grandes nombres, además de los ya citados, tenemos al indio o mestizo Savage joven y al malote Glenn que me recordaba al Carradine de siempre.
Una película quizás mucho más disfrutable y querible que realmente buena, tal vez por las chicas que son muy simpáticas, más majas que todas las cosas, y porque la historia se la toman con distancia los que la cuentan, con esa sorna melancólica que nace de lo que está acabado o a punto de terminarse, la muerte que acecha y la vida tan cansada y lúcida que en su despedida se da un baño de juventud con esas dos rapaces tan encantadoras y mitómanas (disentería o guerra), el último brindis, la definitiva copa, the last dance, fin de fiesta.
Trata de mezclar la ternura candorosa orgullosa de ellas (el Oeste como mito, como una ficción, al perder realidad, al desdibujarse sus contornos y extinguirse o evaporarse su esencia presencia, gana en leyenda), increíble la cara de niña de Lane a sus dieciséis añitos, preciosa su relación con el tito Lancaster, el más grande, y está claro que a Tarantino le gusta esta película, lo digo por Amanda Plummer que está tremenda, esa de fuego mirada, con la brutalidad humorística bonachona de la banda y las persecuciones. El tono está bien logrado y está llena de momentos bonitos y otros bien escritos o interesantes, pero también adolece o tiene un aire como de cómic que no acaba de casar del todo con el realismo triste y hasta sórdido que se plantea o propone, hecho o contradicción que especialmente se nota en las apariciones extemporáneas* de otro que tal baila, el estupendo Rod Steiger.
Grandes nombres, además de los ya citados, tenemos al indio o mestizo Savage joven y al malote Glenn que me recordaba al Carradine de siempre.
Una película quizás mucho más disfrutable y querible que realmente buena, tal vez por las chicas que son muy simpáticas, más majas que todas las cosas, y porque la historia se la toman con distancia los que la cuentan, con esa sorna melancólica que nace de lo que está acabado o a punto de terminarse, la muerte que acecha y la vida tan cansada y lúcida que en su despedida se da un baño de juventud con esas dos rapaces tan encantadoras y mitómanas (disentería o guerra), el último brindis, la definitiva copa, the last dance, fin de fiesta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
* Cuando aparece como religioso disfrazado en medio de la nada o cuando se hace pasar en la cárcel por Lancaster.
Acaba como a la mitad, como si fuera el capítulo de una serie, pero bueno, tampoco está mal, encaja con lo anterior en el sentido de dar la sensación de algo improvisado, sobre la marcha, sin hacer la cama, de falta de seriedad, de amable broma trágica.
Acaba como a la mitad, como si fuera el capítulo de una serie, pero bueno, tampoco está mal, encaja con lo anterior en el sentido de dar la sensación de algo improvisado, sobre la marcha, sin hacer la cama, de falta de seriedad, de amable broma trágica.