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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
6
Drama Aunque solo Oso lleva la cuenta, han pasado siete años desde que cayó preso por homicidio y robo a mano armada. Es un hombre parco, impredecible, violento por naturaleza o por necesidad, y es probable que en todos estos años no le haya dicho a nadie lo que oculta en sus silencios y la tristeza de su mirada. Ahora, mientras sale a la calle en libertad condicional, Oso piensa que tal vez pueda volver a empezar. El Turco le debe todavía su ... [+]
3 de septiembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El comienzo del himno argentino es fabuloso.
Wetern contemporáneo tan eficaz como rotundo. Seco y poderoso como el actor principal de nombre de mítico boxeador, Julio Chávez, inmenso, superlativo, me recordó al Broderick Crawford de "Almas sin conciencia", pétreo, mineral, feroz, contenidamente irascible, un volcán a punto de erupcionar, en cualquier momento vomita lo que lleva dentro, y dejarlo todo hecho un asco, perdido de lava, de destrucción y muerte, la casa sin barrer.
Perfecta en su modestia y sencillez, sin alardes, explicaciones innecesarias, sentimentalismos ni exageraciones, sobria, humildemente.
Es un héroe solitario que viene a expiar su pecado, a lavar su culpa, a cobrar la deuda; un flamenco envenenado que sigue eternamente emponzoñado, atrapado por su pasado, pero que es más fuerte que todos y que quiere salvar a su familia, recuperar el cariño, especialmente de su hija, bien explicada y construida, como todos los personajes, con la madre lo tiene más difícil, aunque ella en el fondo lo quiera, esa escena en la que se suelta el pelo, hay cenizas, donde hubo fuego, en verdad es imposible.
El turco como villano genial, cuánto rampante cinismo, un Jack Palance porteño, y Sergio como el otro, el hombre débil, pero no caen en la gruesa tentación de mostrarle como un miserable con su familia, que ha cubierto su ausencia de aquella mala manera. Casi parece "Raíces profundas" o "La vida mancha".
Hasta tiene guasa, humor soterrado, con esa banda sonora trotona tan simpática y cachonda y un realismo de andar por casa.
Épica marginal y arrabalera; un perdedor irrefutable rodeado de víboras muy malas.
Él no es ningún santo, más bien todo lo contrario, ladrón y asesino confeso, pero tampoco malo del todo; tiene buenos sentimientos, orgullo, honor, y quiere mucho a los suyos, cumple con lo pactado o prometido.
Una película admirable en su pequeñez, querible y achuchable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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