Comedia aventurera. Turismo sexual. Espantosa película.
Guion denigrante, dirección inexistente. Las actrices no tienen la culpa.
Mezcla explosiva de Carmen Rico Godoy (¿feminismo?) y Azcona (brocha gorda, grosería y tosquedad: ¿el maestro escribiendo desde la pura necesidad y el profesionalismo más ciego?).
Diálogos inefables, anécdotas moribundas y sucedidos escabrosos. Mal gusto y nulo interés.
Todo queda en nada.
Es todo tan pobre, perezoso y misérrimo que casi no merece llamarse película. El único interés es verlas a ellas, que ponen ahínco y belleza.
De tono Berlanguiano (por lo cafre y satírico), pero sin alma ni personalidad.
Chistes de "maricones", de "moros", de pajas, de porros... Esposas insufribles y amargadas, maridos calzonazos, madres estúpidas, niños insoportables, jóvenes salidos, viejos rijosos (Ciges siempre está bien)...
Es tan leve que no hace daño, solo aburre y sorprende tanta inanidad y pobreza, tanta falta de ideas y ambición. Risa-pena. Compasión y asombro.
Morcilla desguazada.
El inicio amenaza con un "Thelma y Louise" a la española y reivindicativo, o con una comedia erótico festiva de carnes generosas, Ozoriana y desprejuiciada; ni lo uno ni lo otro: es no, nada, nunca, de ninguna manera...; no acierta a ser, no tiene una mínima entidad o consistencia; queda en pálido reflejo, en humilde aproximación a la comedia chabacana y tópica española de toda la vida; tan poca cosa que lo mejor sería olvidarla compasivamente.