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Voto de Ferdydurke:
4
5,7
304
Drama
Después de descubrir la verdad, que fueron robados por la mujer que él creía que era su madre cuando era niño, Pierre (cuyo verdadero nombre es Felipe) debe hacer frente a todas las consecuencias de las acciones de su madre y conocer a su familia biológica. (FILMAFFINITY)
3 de diciembre de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hijos robados que son devueltos a su origen expoliado. El protagonista tiene diecisiete años y la adaptación es difícil, obviamente. Eso cuenta la película.
Se hace una apuesta interesante: ir al grano y no buscar el morbo; se trata de hacer naturalismo desechando lo más sensiblero o cutremente explicativo, de contar las cosas como son en su fugaz espontaneidad y difusa realidad. Como si los Dardenne se hubieran hecho brasileños de un día para otro, cuando menos te lo esperas. Casi. Sería un remedo de mismas o parecidas intenciones y, lógicamente, los maestros son muy buenos, peores resultados.
Vayamos primero con las cosas malas:
- El doblaje es atroz (no es culpa de la película. La tiene nuestro cerril país en este asunto. Es como si la historia fuera por un lado y las voces de los personajes por el otro).
- La cámara "nerviosa" y su mucho abuso. Se mete en las narices de los personajes y casi no vemos nada muchas veces. Lo que puede ser en principio una virtud acaba en puro vicio.
- La historia queda tan escurrida y despojada que es finalmente poca cosa; corta, pobre y demasiado escueta. Es bueno prescindir de rellenos innecesarios o tonterías facilonas, pero tampoco se puede, o no se debería ir al extremo contrario y montar la historia troceada a través de escenas unidas de manera brusca y (casi) azarosa en las que apenas se pasa del enunciado de los hechos. Además de que algunos momentos son repetitivos sin motivo y otros muy cortos sin ninguna necesidad.
- La película, más allá de su claro argumento, retrata una amenaza, un desconcierto o estupor, una profunda angustia, pero todo de fondo, soterrado, en segundo o tercer plano, sin caer en subrayados y evitando demagogias y sensacionalismos. Bien, pero se pasan y confunden al personal al convertir el medio (una forma como otra cualquiera de indagar en el mundo de manera más directa) en el fin (que debería consistir en contar del modo más eficaz y hondo, nada más y nada menos), aunque es una lícita opción. Hasta ese final en el que se desdicen, donde dije digo, digo diego, y optan por el exabrupto, el número y el griterío; por cantar a los cuatro vientos la real idea de la película, como si a última hora se arrepintiesen de su propuesta/apuesta alusiva y elíptica y temiesen que el espectador no hubiera entendido o enterado bien lo que allí estaba pasando. Y sí que lo habíamos entendido perfectamente, ese no era el problema, el fallo era otro, la falta de información y profundidad, el escaso desarrollo de esa idea o premisa.
Se hace una apuesta interesante: ir al grano y no buscar el morbo; se trata de hacer naturalismo desechando lo más sensiblero o cutremente explicativo, de contar las cosas como son en su fugaz espontaneidad y difusa realidad. Como si los Dardenne se hubieran hecho brasileños de un día para otro, cuando menos te lo esperas. Casi. Sería un remedo de mismas o parecidas intenciones y, lógicamente, los maestros son muy buenos, peores resultados.
Vayamos primero con las cosas malas:
- El doblaje es atroz (no es culpa de la película. La tiene nuestro cerril país en este asunto. Es como si la historia fuera por un lado y las voces de los personajes por el otro).
- La cámara "nerviosa" y su mucho abuso. Se mete en las narices de los personajes y casi no vemos nada muchas veces. Lo que puede ser en principio una virtud acaba en puro vicio.
- La historia queda tan escurrida y despojada que es finalmente poca cosa; corta, pobre y demasiado escueta. Es bueno prescindir de rellenos innecesarios o tonterías facilonas, pero tampoco se puede, o no se debería ir al extremo contrario y montar la historia troceada a través de escenas unidas de manera brusca y (casi) azarosa en las que apenas se pasa del enunciado de los hechos. Además de que algunos momentos son repetitivos sin motivo y otros muy cortos sin ninguna necesidad.
- La película, más allá de su claro argumento, retrata una amenaza, un desconcierto o estupor, una profunda angustia, pero todo de fondo, soterrado, en segundo o tercer plano, sin caer en subrayados y evitando demagogias y sensacionalismos. Bien, pero se pasan y confunden al personal al convertir el medio (una forma como otra cualquiera de indagar en el mundo de manera más directa) en el fin (que debería consistir en contar del modo más eficaz y hondo, nada más y nada menos), aunque es una lícita opción. Hasta ese final en el que se desdicen, donde dije digo, digo diego, y optan por el exabrupto, el número y el griterío; por cantar a los cuatro vientos la real idea de la película, como si a última hora se arrepintiesen de su propuesta/apuesta alusiva y elíptica y temiesen que el espectador no hubiera entendido o enterado bien lo que allí estaba pasando. Y sí que lo habíamos entendido perfectamente, ese no era el problema, el fallo era otro, la falta de información y profundidad, el escaso desarrollo de esa idea o premisa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Es cierto que desde el principio Pierre mostraba una evidente inclinación hacia el travestismo. De acuerdo. Pero esa parte final en la tienda y especialmente en la bolera es demasiado explícita y grosera, inverosímil y descarada. Ya sabíamos que se sentía incómodo, confuso y acongojado con su nueva vida, no había que subrayarlo o insistir tanto; no había necesidad de histeria. Toda la peli aguantando para al final explotar tan rematadamente mal.
El epílogo es algo mejor, trata de ser más esperanzado y abierto, y aunque es igualmente forzado, gana puntos por su contraste con lo inmediatamente anterior.
Más cosas: las escenas de los chavales en el colegio con sus ligues o cantando saben a poco, estaban bien, apuntaban maneras de un cine juvenil con personalidad. En ese sentido, tienen gracia las pocas del más pequeño, esas en las que charla y ronronea con sus colegas de forma tragicómica.
Otro detalle interesante es el de las clases sociales, pasa de gente humilde a entorno pequeño burgués con ciertas ínfulas (familia blanca con criada negra, dato anecdótico en esta historia, pero de evidente calado). Y finalizamos con dos situaciones un poco cómicas y hasta incluso absurdas: los padres de la más pequeña que actúan con naturalidad marciana y estrambótica cuando van a recogerla y el padre de Pierre que parece en verdad su hijo, no le llega al hombro, así cómo se va a poner bravucón el pobre hombre, normal que el perdido jovencito se llevara el vestido que más le gustaba, claro, lógico.
El epílogo es algo mejor, trata de ser más esperanzado y abierto, y aunque es igualmente forzado, gana puntos por su contraste con lo inmediatamente anterior.
Más cosas: las escenas de los chavales en el colegio con sus ligues o cantando saben a poco, estaban bien, apuntaban maneras de un cine juvenil con personalidad. En ese sentido, tienen gracia las pocas del más pequeño, esas en las que charla y ronronea con sus colegas de forma tragicómica.
Otro detalle interesante es el de las clases sociales, pasa de gente humilde a entorno pequeño burgués con ciertas ínfulas (familia blanca con criada negra, dato anecdótico en esta historia, pero de evidente calado). Y finalizamos con dos situaciones un poco cómicas y hasta incluso absurdas: los padres de la más pequeña que actúan con naturalidad marciana y estrambótica cuando van a recogerla y el padre de Pierre que parece en verdad su hijo, no le llega al hombro, así cómo se va a poner bravucón el pobre hombre, normal que el perdido jovencito se llevara el vestido que más le gustaba, claro, lógico.