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Voto de Ferdydurke:
4
6,0
5.270
Drama
Roman J. Israel, Esq. (Denzel Washington) es un abogado defensor idealista y con vocación cuya vida cambia drásticamente cuando su mentor, un icono de los derechos civiles, muere. Cuando ante su nueva situación es contratado por un bufete dirigido por un ambicioso abogado, Geoge Pierce (Colin Farrell), y comienza una amistad con una luchadora por la igualdad de derechos (Carmen Ejogo), una turbulenta serie de eventos desafían el ... [+]
25 de marzo de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El abogado del diablo/Rain Man.
La lucidez y la independencia están destinadas al fracaso y la pena, a la ruina moral y económica en un mundo en el que se premia la estupidez y la mediocridad, me suena, la miseria ética y la corrupción total, ese automatismo burocrático ciego que perpetúa la eterna injusticia, arrasa con todo, calcina lo que toca, aplasta/niega al ser humano, lo reduce a una parodia/fotocopia, escombros, ascuas, lo convierte en un necio número, en un dólar no tan contante sonante, la mierda cantante danzante.
La película no tiene malas ideas, pero su forma de plasmarlas narrativamente no puede ser más pobre o básica, más pedestre y poco creíble, mostradas/representadas de forma abrupta, a través de reacciones/acciones bastante inverosímiles o torpes, muy especialmente a partir de un determinado momento...
La lucidez y la independencia están destinadas al fracaso y la pena, a la ruina moral y económica en un mundo en el que se premia la estupidez y la mediocridad, me suena, la miseria ética y la corrupción total, ese automatismo burocrático ciego que perpetúa la eterna injusticia, arrasa con todo, calcina lo que toca, aplasta/niega al ser humano, lo reduce a una parodia/fotocopia, escombros, ascuas, lo convierte en un necio número, en un dólar no tan contante sonante, la mierda cantante danzante.
La película no tiene malas ideas, pero su forma de plasmarlas narrativamente no puede ser más pobre o básica, más pedestre y poco creíble, mostradas/representadas de forma abrupta, a través de reacciones/acciones bastante inverosímiles o torpes, muy especialmente a partir de un determinado momento...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Cuando él decide cobrar la recompensa, ese salto vital, lanzamiento inopinado al vacío, es demasiado brusco teniendo en cuenta su trayectoria, igual que la aparición del asesino en la cárcel, la amenaza, el desierto y la muerte atrapado por su pasado/pecado nefando (hasta parece el mismo coche negro con el que juegan tramposamente dando a entender perdición y abismo muy Seven en un principio y no, para al final ya definitivamente sí, heraldo de la muerte que decía Vallejo), esa cascada o concatenación de causas y efectos tan nefasta.
Resulta todo ese proceso muy artificioso, y el cierre demasiado convencional e impostado, muy yanqui en el peor modo cinematográfico, en el de forzar un final feliz o esperanzador, de redención, de negación del absurdo a lo bruto, como si la vida de Roman hubiera tenido a última hora, en la prórroga, sentido, hubiera servido para algo, el añorado cambio, su Jesucristo martirio sacrificio (estaba marcado a fuego, crónica de una muerta prevista, casi necesaria, era un estorbo, apenas un zombi, una sombra o fantasma del pasado, por eso pagó con la vida, satanás le cobró la cuenta, el precio de su vendida alma por nada, ese fugaz espejismo), Dios ruega por nosotros, pecadores.
Training Day, la de Kidman Destroyer, Los Ángeles, Un día de furia, el castigo divino, donde nadie está en paz.
Él, cómo no, hace una gran composición. Colin Farrell está bien también, en menor medida. Pero a la película le falta peso, tanto, parece como si no estuviera acabada del todo, como si pidiera a gritos más desarrollo, otra mano de pintura/hermosura.
No es país para viejos, los tiempos han cambiado, él es un dinosaurio, está en vías de extinción, no es una especie protegida, a nadie le importa más que como lejano y ridículo mito, ya no hay lugar para la verdad, es el acabose.
Resulta todo ese proceso muy artificioso, y el cierre demasiado convencional e impostado, muy yanqui en el peor modo cinematográfico, en el de forzar un final feliz o esperanzador, de redención, de negación del absurdo a lo bruto, como si la vida de Roman hubiera tenido a última hora, en la prórroga, sentido, hubiera servido para algo, el añorado cambio, su Jesucristo martirio sacrificio (estaba marcado a fuego, crónica de una muerta prevista, casi necesaria, era un estorbo, apenas un zombi, una sombra o fantasma del pasado, por eso pagó con la vida, satanás le cobró la cuenta, el precio de su vendida alma por nada, ese fugaz espejismo), Dios ruega por nosotros, pecadores.
Training Day, la de Kidman Destroyer, Los Ángeles, Un día de furia, el castigo divino, donde nadie está en paz.
Él, cómo no, hace una gran composición. Colin Farrell está bien también, en menor medida. Pero a la película le falta peso, tanto, parece como si no estuviera acabada del todo, como si pidiera a gritos más desarrollo, otra mano de pintura/hermosura.
No es país para viejos, los tiempos han cambiado, él es un dinosaurio, está en vías de extinción, no es una especie protegida, a nadie le importa más que como lejano y ridículo mito, ya no hay lugar para la verdad, es el acabose.