Media votos
4,2
Votos
2.750
Críticas
2.750
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ferdydurke:
2
4,2
24
Comedia
Genie Burns, propietaria de Surprise Enterprise, idea planes para celebrar fiestas sorpresa en lugares inesperados. En su trabajo se arriesga mucho, pero en su vida amorosa no es capaz de salir de su zona de confort. (FILMAFFINITY)
24 de abril de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fracasa, siempre, con ahínco, una vez más. Pero hazlo esta vez de verdad. Sin vergüenza ni miedo y, por supuesto, lo más importante de todo, sin remedio ninguno ni aprender nada de ello, di no al consuelo de los bobos, que no sirva para nada, que cada fracaso sea un poco peor si cabe que el anterior, que te hunda más profundamente en el puto lodo, que te vuelva, si eso fuera posible, todavía más inútil, malo y lerdo.
Esta película cuenta los tremendos problemas alimenticios de Quentin Tarantino, no por poco conocidos menos gravosos o esenciales, sus horrorosos atracones, sus terribles vomitonas, su espeluznante, en definitiva, asunto bulímico, y lo hace con todo lujo de detalles, sin dejarse nada en el tintero ni por ahí coleando, todo queda expuesto, claro, el cadáver abierto en canal, una verdadera autopsia, no nos quejemos.
Una pedorra y tres moscones, el amigo negro gay (para bingo), el macho alfa premium (corte de pelo completamente ridículo y con aires de Tom Cruise vendido en una subasta de pueblo por poco más de un dólar, tal vez un euro, y con tàcticas apareatorias muy acosadoras, hoy ya seguramente, gracias a dios, tipificadas penalmente como muy alevosas, dignas de un cuadrúpedo no muy evolucionado al que cuanto más le dices que no, muchas veces en este caso, él entiende o sabe que le quieres decir por favor ¿sí?) y el pagafantas de toda la vida del señor que siempre queda apartado, orillado, pospuesto, en la lista de espera, hasta nueva orden, ese día soñado que nunca el puñetero llega.
La rubia auténtica se dirime entre esos tres maromos, ahí le anda, una amiga estupenda que le da los más sabios consejos, una psicóloga genial, muy excéntrica y divertidísima, y su trabajo como Isabel Gemio de todo a cien o más bien medio pelo, y una vecina chiquitita dime por qué que también es muy fabulosa y nos rompe por dentro con su ternura pundonorosa. Los traumas del pasado la persiguen para más inri a la pobre chica que podría ser nuestra misma o causal vecina en modo de fantasma paterno, como a Hamlet poco más o menos.
Esta película cuenta los tremendos problemas alimenticios de Quentin Tarantino, no por poco conocidos menos gravosos o esenciales, sus horrorosos atracones, sus terribles vomitonas, su espeluznante, en definitiva, asunto bulímico, y lo hace con todo lujo de detalles, sin dejarse nada en el tintero ni por ahí coleando, todo queda expuesto, claro, el cadáver abierto en canal, una verdadera autopsia, no nos quejemos.
Una pedorra y tres moscones, el amigo negro gay (para bingo), el macho alfa premium (corte de pelo completamente ridículo y con aires de Tom Cruise vendido en una subasta de pueblo por poco más de un dólar, tal vez un euro, y con tàcticas apareatorias muy acosadoras, hoy ya seguramente, gracias a dios, tipificadas penalmente como muy alevosas, dignas de un cuadrúpedo no muy evolucionado al que cuanto más le dices que no, muchas veces en este caso, él entiende o sabe que le quieres decir por favor ¿sí?) y el pagafantas de toda la vida del señor que siempre queda apartado, orillado, pospuesto, en la lista de espera, hasta nueva orden, ese día soñado que nunca el puñetero llega.
La rubia auténtica se dirime entre esos tres maromos, ahí le anda, una amiga estupenda que le da los más sabios consejos, una psicóloga genial, muy excéntrica y divertidísima, y su trabajo como Isabel Gemio de todo a cien o más bien medio pelo, y una vecina chiquitita dime por qué que también es muy fabulosa y nos rompe por dentro con su ternura pundonorosa. Los traumas del pasado la persiguen para más inri a la pobre chica que podría ser nuestra misma o causal vecina en modo de fantasma paterno, como a Hamlet poco más o menos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Y el final, como no podía ser menos, es increíblemente sorprendente y además espantosamente injusto; a un hombre tan fabuloso que solo te había puesto mucho los cuernos y mentido un poco y toreado un rato y quizás reído en tu cara bastante tiempo, por esos pequeños detalles tan inadvertidos o pecados veniales muy recuperables que, por cierto, eran imposibles de imaginar o prever teniendo en cuenta desde el principio su primoroso y fascinante comportamiento que a cualquiera nos enamoraría sin dudarlo ni un momento, porque en el fondo tenía un gran corazón que no le cabía en el pecho, pues nada, ni por esas, que a última hora esta infausta protagonista cambia de opinión, la muy caprichosa y voluble, y elige, no se sabe el porqué ni el cómo, al amigo de toda la vida que tanto la quería y apoyaba y aconsejaba y admiraba y entendía y hasta yo diría que idolatraba, qué extraño y curioso y hermoso todo, y también, no lo neguemos, un tanto turbiamente incestuoso.
Sé como el agua, ya lo decía Bruce Lee, y cómete la tarta, no vaya a ser que en un despiste te cases y cuando menos te lo esperes descubras que la felicidad en realidad engorda, y mata, es muy mala, casi tanto como el tabaco y las balas.
La hija de Kurt Russell y Goldie Hawn lo hubiera hecho todo de otro modo, mi vida la apuesto a eso.
Sé como el agua, ya lo decía Bruce Lee, y cómete la tarta, no vaya a ser que en un despiste te cases y cuando menos te lo esperes descubras que la felicidad en realidad engorda, y mata, es muy mala, casi tanto como el tabaco y las balas.
La hija de Kurt Russell y Goldie Hawn lo hubiera hecho todo de otro modo, mi vida la apuesto a eso.