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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
2
Documental Narra el ascenso y trágica caída del italiano Marco Pantani, "el Pirata", uno de los mejores ciclistas de todos los tiempos. Pantani ganó el Tour de Francia y el Giro de Italia y conquistó el corazón de millones de aficionados al ciclismo. Con 34 años murió solo en un barato hotel de una fatal sobredosis de cocaína. (FILMAFFINITY)
10 de septiembre de 2014
19 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
La gran farsa.
Vamos a contar mentiras. La historia de un gran mentiroso.
El deporte como una de las mayores y más burdas estafas de la Modernidad; gigantesco negocio, engañabobos monstruoso y lucrativo. Ocultamiento de la información, medios de comunicación fraudulentos y vendidos, todas las empresas poderosas metidas para vender sus productos, jóvenes ambiciosos y sin escrúpulos convertidos en grotescos héroes, millones de parásitos alrededor de ellos, aprovechándose de ellos, viviendo de ellos, instituciones vergonzosas y vergonzantes forradas a su costa, políticos consentidores y aprovechados, y..., finalmente sí, también, millones de espectadores en todo el mundo con unas inmensas ganas de entretenerse (llenar el vacío de sus vidas), autoengañarse (volver a la infancia, cuando todo eran ídolos y esperanzas) y creer en algo.
Trepas, oportunistas de toda clase, familiares cómplices, entrenadores, médicos, directivos, marcas, gobiernos..., aficionados...
Pues sí, como decía aquel, el opio del pueblo. El deporte como la última y única religión que nos queda en Occidente, lo único que nos separa del abismo.
Y este documental colabora en la fiesta de la confusión y el juego de trileros. Intenta nadar y guardar la ropa, contentar a todo el mundo, pero eso sí, protegiendo de todas las maneras el mito (por increíble que parezca todavía hoy día hay mucha gente, sobre todo en Italia, que sigue "creyendo" en el "Pirata" volador), dejando caer conspiraciones ridículas y dando pábulo a las explicaciones estrepitosas de familiares, compañeros de deporte/droga y mentores (qué van a decir).
Deporte profesional (y a veces el que no lo es) = Droga/Dopaje. Si esta premisa tan básica y sencilla no la aceptamos, todo lo demás es inútil. No se entiende nada si no se tiene esto en cuenta: todos los deportistas que son algo (hay dinero en juego, empresas detrás, intereses...) se dopan a lo bestia, todo lo que pueden y más, sin ninguna duda. La cosa es que para ellos es lo normal, forma parte de su profesión, lo entienden y lo aceptan, saben que son las reglas del juego y adelante. No es posible ser deportista, de cierto nivel, y no doparse, el que no quiera pasar por el aro tendrá que dejarlo, o lo uno o lo otro. Luego está la inevitable hipocresía, el tener que mentir, el que nos los vendan como seres ejemplares ("un ejemplo para los niños", dicen en este documental, frase salvajemente cínica), como héroes a imitar, grandes personas que gracias a su voluntad y honradez han triunfado. En realidad son contravalores: la lucha depredadora en un ámbito inmoral, en el que para imponerse hay que hacer lo que sea, literalmente (se llegan a situaciones de terror casi inimaginables, aquí se habla de como los ciclistas morían durmiendo -EPO: la sangre se espesaba peligrosamente-, por lo que tuvieron que ponerse alarmas para que les avisaran cuando tenían el pulso demasiado bajo, es decir, ni el miedo a morir les detenía, solo por esta "anécdota" suena a risa -negra- cualquier justificación o intento de hacernos pasar este deporte por medio normal o aceptable).
Y Pantani: tuvo unas condiciones asombrosas y se dopó asombrosamente, de ahí su increíble capacidad competitiva. Fue más allá que los demás en todos los aspectos, más valiente, más ambicioso, más pillo, más insensato, más capaz, más estúpido, más mentiroso, más suicida, más voluntarioso, más trabajador, más caradura... más, de ahí su triste autodestrucción y su gran palmarés, sus maravillosas gestas y su sórdido final.
Y el documental: impecable en la narración de los hechos, lamentable en el enfoque; es vergonzoso que nos muestren las teorías conspiranoicas (se preguntan por qué le quitaron el Giro 99 -iba dopadísimo- y no se quejan del Tour 98 -iba igualmente dopadísimo-, que lo ganó después de que se retiraran/pillaran a montones de compañeros suyos y él siguiera como si nada, en una clara demostración de insolidaridad -dopadora- y sálvese quien pueda egoísta), que hablen de que tomaba cocaína, y que no investiguen su alucinante trayectoria médica (cuándo empezó, qué tomó...), que no digan nada de sus medias y registros cronométricos (metahumanos, marcianos, de ciencia ficción farmacológica, completamente imposibles para un cuerpo "sano") y que no pregunten a gente independiente (de verdad) que haya estudiado el tema con un mínimo de distancia y rigor, aunque también es cierto que hay poquísimos periodistas que valgan la pena, que no estén sometidos a la mentira oficial; para ellos falsear, ocultar y desinformar es lo mismo que para los deportistas doparse; parte del juego, no es negociable.
Interesante pero indignante documental.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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