Media votos
4,2
Votos
2.758
Críticas
2.758
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ferdydurke:
6
7,1
218
Documental
El espectador podrá descubrir los sucesos más relevantes en la vida del autor. Su infancia, acompañada primordialmente por los libros, su formación como maestro, su vida en París y, desde allí, la publicación masiva de sus novelas y cuentos. La Revolución Cubana, el Mayo Francés… a través de sus propias declaraciones, explican la unión entre literatura y política que existe en sus obras, como el poema al Che Guevara o las palabras ... [+]
8 de enero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras estaba viendo un vídeo musical en Youtube, me fijé en que el nombre de la discográfica era Napalm Records y pensé que me gustaba mucho esa palabra, que siempre la había amado, sentido atraído por ella, y que sería genial, perfecto, ponerla como título de una maravillosa crítica de las mías, dejar constancia, de ello.
Mientras estaba viendo este documental, Cortázar habla del Napalm de Vietnam.
¿Azar? ¿Casualidad? ¿Juegos de la imaginación? ¿Regreso al futuro? ¿Poesía? ¿Literatura? ¿Vida? ¿Nada?
En letras. Duro y parejo. Dillinger. La cruz del sur. Gotas. El perseguidor. Pasea. Las babas del diablo. De púrpura y óxido. Osita. Negro.
Creía tanto en la realidad, la quería y temía tanto, Julio, que trataba por todos los medios de sabotearla o evadirla, de cercenarla, soñarla, cambiarla, vadearla e idealizarla; amaba tanto la vida que se la tomaba literariamente, como un inmenso juego; se tomaba tan en serio a sí mismo, gran figura de las letras latinas, voz de alcurnia, que no paraba de hacer bromas y guiños; tenía tanto miedo de que todo definitivamente se escurriera, se le fuera de las manos, se convirtiera en polvo y vaho, agua turbia, que se aferraba a todas las revoluciones del momento, un poco a la carrera, desmadejadamente, si Jesucristo fuera otra vez argentino.
Mezcla de entrevistas, lecturas y recitados, de reflexiones, anécdotas y años, este documental es correcto, aunque quizás quede un tanto limitado, descompensado, limite su vuelo, el hecho de dedicarle demasiados minutos a la cosa política, lo que resta a lo otro, todo lo demás, el tiempo deseado por este baqueteado espectador no tan guevariano precisamente ahora.
Grandullón inocente de ojos verdes, muy serio, petulante, tierno, gracioso y soberbio.
De escritura fascinante y poderosa, evasiva y juguetona, iluminada, capaz, iniciática y mítica, era un creador de descubrimientos y asombros, de encuentros y hallazgos, vaporoso y niño, divertido y hermoso, tramposo y verdadero, no para tomárselo muy en serio, por eso me gustó tanto en su lejano día que siempre es ahora mismo.
El escritor que cuestiona todo en su impostura, falsa apariencia y maravilla es el que luego suelta las soflamas más absurdas y aburridas, de concejal de pueblo con lecturas, el dinamitador de todo es el más creyente, el escéptico siempre es el de más fe.
Mientras estaba viendo este documental, Cortázar habla del Napalm de Vietnam.
¿Azar? ¿Casualidad? ¿Juegos de la imaginación? ¿Regreso al futuro? ¿Poesía? ¿Literatura? ¿Vida? ¿Nada?
En letras. Duro y parejo. Dillinger. La cruz del sur. Gotas. El perseguidor. Pasea. Las babas del diablo. De púrpura y óxido. Osita. Negro.
Creía tanto en la realidad, la quería y temía tanto, Julio, que trataba por todos los medios de sabotearla o evadirla, de cercenarla, soñarla, cambiarla, vadearla e idealizarla; amaba tanto la vida que se la tomaba literariamente, como un inmenso juego; se tomaba tan en serio a sí mismo, gran figura de las letras latinas, voz de alcurnia, que no paraba de hacer bromas y guiños; tenía tanto miedo de que todo definitivamente se escurriera, se le fuera de las manos, se convirtiera en polvo y vaho, agua turbia, que se aferraba a todas las revoluciones del momento, un poco a la carrera, desmadejadamente, si Jesucristo fuera otra vez argentino.
Mezcla de entrevistas, lecturas y recitados, de reflexiones, anécdotas y años, este documental es correcto, aunque quizás quede un tanto limitado, descompensado, limite su vuelo, el hecho de dedicarle demasiados minutos a la cosa política, lo que resta a lo otro, todo lo demás, el tiempo deseado por este baqueteado espectador no tan guevariano precisamente ahora.
Grandullón inocente de ojos verdes, muy serio, petulante, tierno, gracioso y soberbio.
De escritura fascinante y poderosa, evasiva y juguetona, iluminada, capaz, iniciática y mítica, era un creador de descubrimientos y asombros, de encuentros y hallazgos, vaporoso y niño, divertido y hermoso, tramposo y verdadero, no para tomárselo muy en serio, por eso me gustó tanto en su lejano día que siempre es ahora mismo.
El escritor que cuestiona todo en su impostura, falsa apariencia y maravilla es el que luego suelta las soflamas más absurdas y aburridas, de concejal de pueblo con lecturas, el dinamitador de todo es el más creyente, el escéptico siempre es el de más fe.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
De muerte extraña e inesperada, que si dicen que pilló el sida en una desgraciada transfusión de sangre que también se llevó por delante a la joven amada o que si solo fue una triste leucemia más, y de vida dura, solitaria y humilde y esforzada en su mayor parte, consiguió convertirse en una estrella del pop mundialmente conocida en su ya cansada madurez, lo cual, lógicamente, le trastornó y disfrutó, como cualquier diva del rock, pero con mayor gracia y elegancia si cabe, a la buena manera, también un poco más turrero, eso es cierto.
Muchas de las cosas que dice, escuchadas hoy, causan ternura y sonrisa, por demasiado coyunturales, hasta banales e incluso ridículas, no así otras, siempre presentes, como cuando habla de los afiches o de esas salidas nocturnas tan ricas.
El relato del boxeador destruido y el de los cronopios, famas y esperanzas y el de la gota que aguanta en su voz son hermosos, muy perfectos, hasta excesivamente buenos.
Todo me lo quedo, hasta el Mayo del 68 tan bonito y eterno, imposible, aplastado por el peso de la historia que todo se lo lleva, ese azar, por darle un nombre a la ignorancia, no tan benévolo como él lo pinta y que tanto celebra, que no perdona a nadie ni nada, negro, funesto, siniestro, de mal agüero, que ni siquiera salva a los inmortales como tú, que no te ibas a morir nunca, ni una cana y mira, una enormísima pena, pana.
Muchas de las cosas que dice, escuchadas hoy, causan ternura y sonrisa, por demasiado coyunturales, hasta banales e incluso ridículas, no así otras, siempre presentes, como cuando habla de los afiches o de esas salidas nocturnas tan ricas.
El relato del boxeador destruido y el de los cronopios, famas y esperanzas y el de la gota que aguanta en su voz son hermosos, muy perfectos, hasta excesivamente buenos.
Todo me lo quedo, hasta el Mayo del 68 tan bonito y eterno, imposible, aplastado por el peso de la historia que todo se lo lleva, ese azar, por darle un nombre a la ignorancia, no tan benévolo como él lo pinta y que tanto celebra, que no perdona a nadie ni nada, negro, funesto, siniestro, de mal agüero, que ni siquiera salva a los inmortales como tú, que no te ibas a morir nunca, ni una cana y mira, una enormísima pena, pana.